PUERTO PRÍNCIPE (AFP).- Estados Unidos donará dos millones de dólares a Haití para el mejoramiento del suministro eléctrico en la capital de esa empobrecida nación caribeña, anunció la embajada estadounidense en Puerto Príncipe.

La donación se usará para comprar los combustibles y lubricantes necesarios para hacer funcionar las estaciones generadoras.

El embajador estadounidense en Puerto Príncipe, James Foley, firmó el miércoles un acuerdo con las autoridades haitianas para asistir con cinco millones de dólares a la Policía del país.

Desarme Haití será lento

El desarme de la población en Haití no será fácil ni inmediato, sino una tarea de mediano y largo plazo, afirmó el comandante de la fuerza militar de la ONU en el país, el brasileño Augusto Heleno Ribeiro Pereira, en entrevista este sábado con la oficial agencia Brasil.

 «El desarme es una tarea extremadamente difícil, porque armarse llevó 20 años», declaró el general.

Para él será «una tarea lenta», una cuestión que solo podrá resolverse «a mediano y largo plazo. Mediano para aquellos que están en el crimen por razones de sobrevivencia (delincuentes) y tal vez un plazo mayor para aquellos que esconden alguna tendencia política».

«No creo en desarme si el país se mantiene en la situación en la que está hoy, con su infraestructura completamente comprometida. Necesitamos dar condiciones a la población para que tenga electricidad, agua potable, carreteras recuperadas, un mínimo de saneamiento», agregó.

«Ante esa perspectiva de mejoría, la población se convencerá de que hay esperanza en el futuro y no hay necesidad de andar armado para defenderse. Porque comenzará a tener empleo, producción y recursos», opinó.

También opinó que se hace necesaria la llegada de la ayuda humanitaria para reforzar la acción de la fuerza de paz. «Ese es un reclamo que nos han hecho, porque el desgaste de la tropa en las calles patrullando es evidente. A la población le gusta ver a los cascos azules, pero comienza a reclamar la necesidad de sentir el trabajo de la fuerza de paz», indicó.

Esta fuerza militar de la ONU sustituyó el primero de junio a la fuerza multinacional de Estados Unidos, Canadá, Chile y Francia, que llegó al país poco después de la salida del poder del ex presidente Jean Bertrand Aristide.

Dos meses después de su llegada, la nueva fuerza comandada por los brasileños está integrada por los contingentes de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, pero aún espera los de Nepal, Sri Lanka, una compañía de Guatemala y otra de Perú, «y tenemos todavía la posibilidad de la llegada de tropas españolas, que deben traer una fracción de soldados de Marruecos», dijo Ribeiro Pereira.