WASHINGTON (AP).- El gobierno de Estados Unidos incrementó el jueves el nivel de alerta contra terrorismo para el sistema de transporte público en respuesta a la ola de atentados que sacudieron a la red de tránsito de Londres.

El gobierno subió el nivel de alerta a anaranjado, el segundo más elevado. El máximo nivel de alerta es el rojo.

«Obviamente estamos preocupados por la posibilidad de ataques similares» en Estados Unidos, dijo el secretario de Seguridad Interior Michael Chertoff.

El incremento del nivel de alerta será para «el sistema ferroviario de pasajeros regional y entre ciudades, subterráneos y los sistemas de autobuses metropolitanos», expresó Chertoff en una rueda de prensa.

Chertoff declaró que las autoridades estadounidenses «no tienen evidencia específica creíble» que apunte a un ataque en Estados Unidos.

Al mismo tiempo, indicó, «estamos pidiendo también una mayor vigilancia», especialmente en el sistema de transporte público.

Destacó que las autoridades no están solicitándole a los estadounidenses que eviten utilizar los subterráneos y autobuses tras los peores ataques que golpean a Londres desde la Segunda Guerra Mundial. Al contrario, dijo, aquellos que utilizan el sistema de transporte público deben continuar haciéndolo.

Chertoff expresó a la prensa que no tenía conocimiento de evidencias específicas que hubiesen presagiado los ataques de Londres varias horas antes. Decenas de personas que utilizaban el transporte público de la capital británica fallecieron y cientos resultaron heridas con las cuatro explosiones en el sistema de subterráneos y en un autobús.

«Creo que nuestros sistemas de transporte público son seguros», dijo Chertoff.

Agregó que se registraron importantes mejoras desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.

El nivel de alerta no se ha incrementado en el país desde agosto pasado, cuando el Departamento de Seguridad Interna lo elevó a anaranjado para el sector financiero de Nueva York y Nueva Jersey, a poco de las elecciones nacionales de noviembre del 2004.

El Departamento de Seguridad Interna había ordenado anteriormente a las autoridades de las ciudades más importantes del país incrementar la vigilancia de las redes de transporte público.

El presidente George W. Bush, que asiste en Escocia a una cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo, participó a través de una llamada telefónica en una conferencia con funcionarios de seguridad realizada en Washington.

«Les ordené que se mantengan en contacto con funcionarios locales y estatales sobre los hechos que tuvieron lugar aquí en Londres», declaró Bush a la prensa. Dijo que pidió precaución «porque nuestra gente a esa hora se está dirigiendo a sus trabajos».

El Departamento de Estado ordenó a todas las embajadas que revisaran sus medidas de seguridad.

En Washington, las autoridades enviaron perros sabuesos y policías armados a las redes de subterráneos y autobuses.

Cerca de 1,2 millón de personas utiliza a diario los autobuses y trenes de Washington.

No había indicios visibles de mayor seguridad en los alrededores del Congreso estadounidense, uno de los destinos turísticos más populares de la ciudad.

En el Pentágono, la policía dijo que había implementado un alerta poco después de los ataques. La seguridad se veía reforzada allí.

«Estas medidas de seguridad se han tomado sólo como precaución», expresó la portavoz Tracy Connell.

Otras ciudades del país también reforzaron la seguridad en la red de tránsito.

En Nueva York, el gobernador George Pataki dijo que le estaban pidiendo a la población que estuviera alerta para informarle a la policía sobre cualquier actividad, paquetes, bolsos o cajas sospechosos que viera.

Unos 4,5 millones de pasajeros utilizan los subterráneos de Nueva York todos los días, y las autoridades incrementaron los patrullajes en el sistema de metro, los autobuses y estaciones de trenes de toda la ciudad.

En Los Angeles, un agente policial indicó que se había instalado un centro de comando especial y las autoridades estaban reunidas para resolver si incrementarían los niveles de seguridad en la ciudad.

En Massachusetts, el gobernador Mitt Romney incrementó el nivel de seguridad del sistema de transporte público como medida de precaución.