EU expresa optimismo sobre ayuda Haití

EU expresa optimismo sobre ayuda Haití

WASHINGTON (EFE).- El subsecretario del Tesoro de EEUU, John Taylor, dijo ayer que es «muy alta» la probabilidad de que se reúnan 1.300 millones de dólares para Haití para los próximos dos años en la Conferencia de Donantes que se celebrará en Washington.

   Estados Unidos aportará «por lo menos» 232 millones de dólares hasta septiembre de 2005, según Adolfo Franco, gerente adjunto para América Latina y el Caribe de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID).

   Por su parte, la Unión Europea ha prometido donar 200 millones de dólares en los próximos dos años.

   La base de las discusiones de la Conferencia, que tendrá lugar los próximos lunes y martes en la sede del Banco Mundial, en Washington, será un estudio denominado «Marco Interino de Cooperación», elaborado por el Gobierno interino de Haití en colaboración con expertos internacionales.

   El documento calcula que el país necesitará 1.366 millones de dólares en los próximos dos años para necesidades básicas, como el fortalecimiento del sistema político y la mejora de los servicios básicos.

   Descontadas las promesas de donaciones ya recibidas y los fondos propios, el agujero presupuestario que se necesita tapar asciende a 924 millones de dólares.

   En contraste con el optimismo de Taylor, la directora del Banco Mundial para el Caribe, Caroline Anstey, ha indicado que es «poco probable» que se llegue a la cifra de 924 millones de dólares en nuevas ayudas en la Conferencia, aunque ha dicho esperar que la recaudación sea «sustancial».

   En realidad, el monto de las donaciones para Haití manejado hoy por los funcionarios estadounidenses incluye escasos fondos extraordinarios nuevos.

   En el año fiscal 2004, que termina en septiembre, Washington pretende donar 180 millones de dólares: 60 millones previstos inicialmente por la USAID, 100 millones ofrecidos por el presidente George W. Bush cuando estalló la crisis y 20 millones en seguridad y entrenamiento a policías.

   Para el año fiscal 2005, la Casa Blanca pidió a principios de año al Congreso dedicar 53 millones de dólares a Haití. Franco afirmó que esa cifra «tiene que ser revisada» para responder a la crisis en el país, pero no adelantó a cuánto podría ascender.

   Haití es el país más pobre del continente americano, con una renta per capita de 361 dólares y una esperanza de vida de tan sólo 53 años, en parte debido a que un 5 por ciento de su población está infectada del virus del sida.

   En febrero pasado, una rebelión armada obligó a exiliarse a su único presidente elegido democráticamente, Jean-Bertrand Aristide, y el país continúa polarizado políticamente.

   En la Conferencia de Donantes participarán el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell; el primer ministro interino de Haití, Gerard Latortue, y el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.

   Sobre sus mentes pesará el recuerdo de una situación similar hace diez años, cuando Aristide fue repuesto en el poder con ayuda estadounidense después de haber sufrido un golpe de Estado que motivó sanciones económicas contra el país.

   Entonces los millones de dólares también fluyeron hacia Haití, 611 en el primer año, para ser precisos, pero esa ayuda no dejó un impacto duradero en el país.

   «En la década de los 90 los resultados fueron decepcionantes. Ahora lo queremos hacer diferente», dijo Taylor.

   Entre las nuevas medidas contempladas está asignar la coordinación de la inversión en ciertas áreas a donantes específicos, por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se ocupará de la mejora de las carreteras, explicó el funcionario del Tesoro.

   Franco resumió las lecciones aprendidas de la experiencia de hace diez años como: «Transparencia, responsabilidad (por los gastos) y coordinación (de la ayuda)», y destacó que el Gobierno interino haitiano ya ha creado un órgano contra la corrupción.

   Además, se recalcó la importancia de dar respuesta a las necesidades inmediatas de la población, algo que a su juicio no se hizo en 1994.

   El «Marco Interino de Cooperación» prevé la creación de 31.000 puestos de trabajo en proyectos de obras públicas en los próximos dos meses.

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