EU indaga plan tumbar aviones

EU indaga plan tumbar aviones

Washington, (EFE).- Las autoridades estadounidenses transmitieron ayer un mensaje de calma a sus ciudadanos en el sentido de que es seguro volar, mientras siguen investigando posibles conexiones en EEUU con la trama terrorista descubierta en Londres. 

“Hay pistas que sigue el FBI”, aseguró hoy la consejera de Seguridad Nacional del presidente George W. Bush, Frances Fragos Townsend, quien agregó que “estamos buscando conexiones en EEUU con los conspiradores del Reino Unido pero no tenemos pruebas de que haya alguna amenaza o célula activa aquí”.

En sendas entrevistas con las principales cadenas de televisión de EEUU, la asesora del presidente precisó que no se descarta que alguno de los implicados en la conspiración desarticulada en la capital británica y que siguen en libertad, pueda encontrarse en territorio estadounidense.

Fuentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) confirmaron que cientos de sus agentes trabajaron en las últimas semanas en la búsqueda por todo el país de sospechosos de estar vinculados con el plan de Londres.

   Por ahora no ha habido ninguna detención, aunque el FBI se mantiene a la espera de que las autoridades británicas le faciliten nueva información de los registros de domicilios que están efectuando y de los interrogatorios a los detenidos.

   Las investigaciones en marcha no deben hacer que los ciudadanos cambien sus planes y dejen de volar. Ese el mensaje que en las últimas horas está lanzado la Casa Blanca, en un intento de que no cunda el pánico entre la población.

   “Sí, es seguro volar”, según Townsend, quien insistió en que los pasajeros aéreos deberían estar tranquilos “por todas las precauciones que hemos tomado”.

   Esas precauciones, que se concretan en inspecciones adicionales en los aeropuertos y nuevas prohibiciones como las que impiden a los viajeros llevar en su equipaje de mano líquidos, cremas o geles de cualquier tipo, se van a mantener.

   Serán efectivas, al menos, “hasta que adaptemos nuestros procedimientos de inspección para estar seguros de que hacemos todo lo posible para proteger a los estadounidenses”, dijo la asesora de Bush.

   El presidente ya alertó de que el refuerzo de la seguridad va a causar molestias a los pasajeros, algo de lo que pueden dar fe las miles de personas que se vieron sorprendidas ayer por las nuevas normas.

   Hoy parecen estar ya más asumidas, a juzgar por la situación de casi normalidad en la mayoría de los aeropuertos estadounidenses, donde la gente acude más preparada y, en lugar de optar por las papeleras para deshacerse de algunos de sus productos de primera necesidad, opta por meterlos en las maletas antes de facturarlas.

   Townsend aseguró que se hace lo que se puede para que las inconveniencias y los retrasos causados por las nuevas normas sean los menores posibles.

   Sin embargo, dijo que todos deberían recordar que se trata de “una guerra contra el terror” y que la trama desarticulada en Londres pretendía ser “un segundo 11-S”, en alusión a los atentados del 11 de setiembre del 2001 en EEUU.

   Según ella, la gente tendría que sentirse reconfortada con los controles puestos en marcha porque “las molestias no son nada si se comparan con la amenaza” de un atentado frustrado en el que hubiesen perdido la vida miles de personas.

   De momento, son 24 los detenidos como sospechosos de estar implicados en un intento de atentado múltiple contra aviones comerciales que cubren las líneas entre el Reino Unido y EEUU.

   Todos ellos son de nacionalidad británica, aunque la mayoría de origen pakistaní, y tienen entre 35 y 17 años.

   Según fuentes policiales británicas, los supuestos terroristas planeaban ejecutar una oleada de atentados simultáneos en hasta 10 aviones de aerolíneas británicas y estadounidenses mediante explosivos líquidos detonados por artefactos electrónicos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas