México (EFE).- El gobierno de México celebró ayer el anuncio de Washington de que se hará una investigación independiente sobre la muerte a tiros de un indocumentado mexicano, supuestamente a manos de un guardia de la Patrulla Fronteriza de EEUU. Rubén Aguilar, portavoz de la Presidencia, dijo que su Gobierno considera adecuada la información dada el jueves por la jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleeza Rice, a su homólogo mexicano, Luis Ernesto Derbez, de que investigadores independientes tratarán de esclarecer el desgraciado episodio.
Nos parece que ésa es la actitud adecuada, enfatizó Aguilar en una conferencia de prensa. Derbez dijo el jueves pasado que Rice le aseguró que habrá una investigación independiente, distinta a la de los responsables de la Patrulla Fronteriza, sobre la muerte la semana pasada del emigrante mexicano Guillermo Martínez en la frontera entre California (EEUU) y Baja California (México).
Según Derbez, esto evitará la sensación de protección hacia el agente involucrado y contribuirá a que haya verdaderamente una investigación a fondo y que no corra impunidad.
El secretario de Seguridad Interior de EEUU, Michael Chertoff, dijo el jueves que Washington no tolerará agresiones contra agentes de la Patrulla Fronteriza. Chertoff señaló en un acto en la frontera con México que para evitar nuevas muertes de inmigrantes se deberá revisar a fondo el caso del inmigrante mexicano y hacer una investigación completa, para definir si el agente estadounidense cumplió con todos los procedimientos antes de disparar.
Aguilar dijo hoy que no cree que el episodio de Martínez derive en una ola de violencia en la frontera, pero indicó que los agentes estadounidenses deberán ser más cuidadosos en su accionar.
De acuerdo con un informe preliminar de la policía de la ciudad estadounidense de San Diego, próxima a Tijuana (México), un agente fronterizo disparó el 30 de diciembre pasado, contra el indocumentado tras ser agredido a pedradas por éste. Versiones de la prensa mexicana aseguran que el emigrante indocumentado recibió el balazo por la espalda y que, herido, logró regresar a territorio mexicano, donde murió al día siguiente.
Las autoridades de EEUU aseguran que Martínez tenía un vasto historial como traficante de personas en la región fronteriza, pero sus familiares lo niegan.
Ese caso se sumó a la ola de indignación existente en México por la aprobación en EEUU de una iniciativa de ley para endurecer la política migratoria con la construcción de más muros en la frontera y considerar como delito la entrada de personas indocumentadas en el país.