WASHINGTON. AP. A medida que el Censo Nacional de Estados Unidos entra en sus etapas finales, el gobierno se prepara para posibles omisiones que pudieran distorsionar el recuento de población a un costo de 15,000 millones de dólares, incluyendo la negativa de los inmigrantes a participar. Esa posible omisión de los inmigrantes es nuestra preocupación número uno, señala uno de los documentos de la oficina del Censo obtenidos. Otros inconvenientes que afectarían el recuento y aumentar los gastos son el robo de identidad y las demandas a los propietarios que se nieguen a responder a censistas. Los documentos subrayan lo vulnerable del recuento antes de que el gobierno envíe 700,000 trabajadores temporales a visitar hogares.