WASHINGTON (AFP).- Estados Unidos enumeró el martes varias áreas en las cuales desea reanudar la cooperación antidrogas con Venezuela, luego de que el presidente Hugo Chávez se declaró dispuesto a mejorar la relación con Washington en el marco de una visita del pastor estadounidense Jesse Jackson.

«Daríamos la bienvenida a una reanudación de nuestros esfuerzos conjuntos en la lucha contra las drogas ilegales, que fueron fuertes en el pasado», dijo Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado, a periodistas.

McCormack sostuvo que el gobierno de George W. Bush desea reanudar la cooperación antidrogas con Caracas, «incluida la cooperación de Venezuela con la DEA (Agencia antidrogas estadounidense)» y permitir a la militarizada Guardia Nacional venezolana que vuelva a integrar la unidad especial de investigación antidrogas de la Fiscalía.

El portavoz también sostuvo que Washington desearía compartir información con Caracas sobre aviación y tráfico marítimo ilícito y su prohibición; captura de grupos narcoterroristas en Venezuela; implementación de esfuerzos contra el lavado de dinero y la corrupción asociada al narcotráfico; mejora de inspecciones fronterizas en grandes puntos de cruce desde Colombia y erradicación de campos de cultivo de amapola de opio (utilizada para la producción de morfina y heroína).

«Así que hay mucho para hacer», sostuvo el portavoz.

Venezuela suspendió recientemente la actuación de la DEA en el país aduciendo espionaje y violación de las leyes nacionales.

La embajada estadounidense respondió insinuando que el fondo del problema era un supuesto involucramiento de militares venezolanos en el narcotráfico, y negó la visa a cinco de ellos.

Consultado sobre la presencia del líder negro de los derechos civiles estadounidenses Jesse Jackson en Caracas, McCormack se limitó a responder que éste «es un ciudadano privado y tiene libertad para viajar» al extranjero.

«A pesar de las diferencias y de las relaciones tirantes, estamos dispuestos a continuar trabajando con el gobierno de Bush en la lucha contra las drogas», dijo Chávez el lunes en una rueda de prensa junto a Jackson, haciendo una pausa en su inflamada retórica antiimperialista.

Chávez acusa a Washington de haber estado detrás del golpe que lo derrocó brevemente en 2002 y de querer asesinarlo, lo cual el gobierno de Bush niega rotundamente.