DAVOS (AFP).- El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, pidió ayer sábado en el Foro de Davos (este de Suiza) una mayor cooperación en la lucha antiterrorista, mientras el presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez pidió a la comunidad internacional que ponga a América Latina en su agenda. En el discurso más esperado de esta edición del Foro Económico Mundial, que se inició el miércoles y concluirá el domingo, Cheney justificó enérgicamente la guerra de Irak, pese a no haber recibido el visto bueno de la ONU, porque permitió acabar con «la pesadilla» que vivían los iraquíes.

«Cuando la diplomacia falla, tenemos que estar preparados para asumir nuestras responsabilidades y estar dispuestos a usar la fuerza en caso de necesidad», sostuvo. «Las amenazas directas necesitan acciones decisivas», agregó.

Cheney, considerado uno de los mayores inspiradores de la línea dura de la administración estadounidense del presidente George W. Bush, aprovechó la tribuna de Davos para pedir que la comunidad internacional cierre filas en la lucha contra el terrorismo.

«La gente civilizada debe hacer todo lo que esté en su poder para derrotar al terrorismo y detener la difusión de armas de destrucción masivas», declaró el vicepresidente.

«Tenemos que hacer frente juntos a estos peligros», afirmó. «La cooperación entre nuestros Gobiernos, así como instituciones internacionales eficientes, son actualmente todavía más importantes que en el pasado», aseguró.

Cheney declaró que el mundo se dio cuenta de la amenaza terrorista el 11 de septiembre de 2001, cuando más de 3.000 «inocentes» murieron en los atentados de Nueva York.

Ahora «se enfrenta a una sofisticada red global» dispuesta a adquirir armas nucleares, biológicas o químicas, explicó el vicepresidente en uno de los discursos más esperados de esta edición del Foro de Davos.

«Podrían matar a 300.000 personas inocentes como a 3.000 y buscan el material para lograrlo», aseguró el responsable estadounidense.

En el único debate dedicado a América Latina en esta edición del Foro, Gutiérrez aprovechó la oportunidad para llamar la atención de las cerca de 2.000 personas presentes en Davos sobre las dificultades del subcontinente.

«Es fundamental que los problemas de Latinoamérica deben constar en la agenda económica y política internacional», afirmó el mandatario.

«No se pueden ignorar por más tiempo los problemas de Latinoamérica. En caso contrario podría ser una bomba de tiempo que podría estallarnos en la cara», advirtió Gutiérrez, el único presidente latinoamericano presente este año en la elegante estación de esquí suiza.

«Creo que ha sido realmente muy importante la presencia de Ecuador acá», afirmó el presidente en declaraciones a la AFP tras la conclusión del debate, en el que también participó el ministro español de Economía, Rodrigo Rato.

«Nos ha ido bastante bien», agregó Gutiérrez, quien tiene previsto reunirse el domingo en Davos con Anne Krueger, la número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI), para pedirle una renegociación de la deuda externa ecuatoriana.