WAHINGTON (AFP).- Estados Unidos rechazó ayer el intento de acercamiento de sus rivales en Medio Oriente, Irán y Siria, al declarar que “hablar no es una política”.

“Creemos, en este punto, que estamos comprometidos en el camino correcto con respecto a Siria e Irán en varios temas que enfrentamos”, dijo el portavoz del departamento de Estado Sean McCormack, al ser consultado sobre si Washington está listo para dejar su trato silencioso con los dos regímenes.

“Saben, hablar no es una política”, dijo.

“Hablar y discutir son mecanismos para lograr las metas de las políticas”, pero todavía no estamos en ese punto, agregó.

El presidente estadounidense George W. Bush ha estado bajo presión para iniciar conversaciones directas con Irán y Siria como parte de un esfuerzo regional para estabilizar a Irak y permitir un retiro gradual de tropas estadounidenses de ese país.

Un diálogo con los dos gobiernos también es visto como potencial herramienta para reanudar el proceso de paz en Medio Oriente.

Tanto Siria como Irán propusieron el martes conversaciones bilaterales con Estados Unidos, pero impusieron condiciones.