EU niega atolladero en Irak

EU niega atolladero en Irak

WASHINGTON (EFE).- El «número dos» del Pentágono, Paul Wolfowitz, negó ayer que EEUU esté en un «atolladero» en Irak, pese a la incertidumbre sobre la posguerra y las críticas por la ausencia de una estrategia clara para la retirada de las tropas de ese país.

«No estamos empantanados», afirmó Wolfowitz, quien llegó armado de optimismo ante una audiencia del Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, convocada para analizar las perspectivas para la entrega del poder al Gobierno interino en Irak el 30 de junio.

El testimonio por escrito que presentó Wolfowitz es de unas 25 páginas pero, en resumen, destaca el optimismo que, contra viento y marea, mantiene el Gobierno de EEUU respecto a Irak.

En tanto, al menos tres personas murieron ayer en Faluya, al oeste de Bagdad, según la cadena de televisión Al Yazira, como consecuencia de un nuevo ataque aéreo estadounidense contra un supuesto refugio de la red de insurgentes dirigida por el jordano Abu Musab al Zarqaui.

El portavoz del Ejército de EEUU, general Mark Kimmit, informó en Bagdad de que este ataque iba dirigido contra una vivienda supuestamente utilizada por Al Zarqaui, considerado el representante de Al Qaida en Irak.

Sin embargo, preguntado sobre cuándo saldrán las tropas estadounidenses de ese país, Wolfowitz replicó que será cuando los propios iraquíes puedan asumir su propia lucha en pos de la estabilidad y seguridad.

«Estamos listos para armarlos y equiparlos (para que puedan cumplir con el control de la seguridad). Pero no puedo decirles cuánto tiempo podría tomar esto», dijo Wolfowitz, uno de los principales artífices de la invasión de Irak en marzo de 2003.

Pero el legislador demócrata Ike Skelton destacó las dudas sobre si el nuevo Gobierno interino podrá tomar las riendas del país, ya que EEUU, dijo, tampoco ha cumplido con los cuatro pilares de su estrategia en Irak: la seguridad, restauración de servicios, promoción del desarrollo económico y transición democrática.

La audiencia describió, en esencia, dos Irak, el optimista que pinta el Gobierno y el convulsionado por la violencia.

Ante el escepticismo de la oposición demócrata, Wolfowitz reconoció que la «gravedad» del problema de inseguridad ciudadana es el principal obstáculo para los planes de EEUU en Irak.

Wolfowitz, que estuvo en Irak la semana pasada, consideró que «es completamente posible» que EEUU permanezca en Irak durante varios años.

Agregó que, ante la situación imperante en Irak, el Pentágono quiere utilizar parte de los 500 millones de dólares ya autorizados precisamente para capacitar a las fuerzas de seguridad.

La comparecencia de Wolfowitz y del «número dos» del Estado Mayor Conjunto, el general Peter Pace, se produce en momentos en que la resistencia continúa su ola de atentados contra las fuerzas de seguridad iraquíes, las tropas estadounidenses y sus aliados extranjeros.

Unos 621 soldados estadounidenses han perecido en combate en Irak, 512 de ellos desde mayo de 2003, cuando EEUU declaró el final de las principales operaciones militares. Además, otros 218 han muerto por accidente o enfermedad.

La campaña de convencimiento de EEUU compite con la propaganda de grupos militantes iraquíes, en la que denuncian la presencia de «los infieles» y recuerdan a diario -mediante vídeos y fotografías- los abusos cometidos en la cárcel de Abu Ghraib.

Mientras EEUU asegura que habrá justicia contra los responsables de las torturas y abusos no autorizados en la notoria cárcel, estos grupos sacan provecho del daño causado por las imágenes que, a su juicio, simbolizan la ocupación estadounidense.

La problemática situación de cara al traspaso de poder también ha provocado nerviosismo en los mercados bursátiles, debido a una temida espiral de violencia tras el traspaso de la soberanía.

La ansiedad sobre las crecientes bajas en Irak también ha empezado a hacer mella en la popularidad del presidente George W. Bush de cara a los comicios del próximo 2 de noviembre.

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