EU no elevará nivel de alerta
en asunción de Bush

EU no elevará nivel de alerta <BR>en asunción de Bush

WASHINGTON (EFE).- Estados Unidos no elevará el nivel de alerta terrorista por la jura del presidente George W. Bush, aunque para curarse en salud ha desplegado un sistema de seguridad sin precedentes en la capital del país. En abril, el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, alertó de que la red extremista Al Qaida podría realizar un acto terrorista durante el proceso electoral estadounidense, incluida la toma de posesión del nuevo presidente, que se celebrará el jueves.

Ridge dijo que esa advertencia estaba basada en conversaciones interceptadas, entrevistas con sospechosos y otras fuentes secretas de información.

No obstante, nada ocurrió y esta vez el Gobierno de EEUU no ha emitido ninguna alerta especial, cuando ya han comenzado las celebraciones que culminarán con la jura de Bush para un segundo mandato.

«No hay nada que hayamos visto, no sólo hoy, sino durante las semanas precedentes, que nos dé razón alguna para siquiera considerar en este momento subir el nivel de amenaza», ha afirmado Ridge.

«Normalmente, (su elevación) depende de una acumulación de información que recibimos durante cierto tiempo y que concluimos que es creíble. Pero no hay nada en absoluto que apunte a que siquiera deberíamos pensar en hacerlo», explicó.

El Departamento de Seguridad Nacional mantiene el nivel de amenaza en «elevado», indicado por el color amarillo.

Su subida a «alto», naranja, conlleva la toma de medidas de seguridad adicionales, como una mayor presencia policial en las calles y la protección de instalaciones y edificios que podrían ser objetivos terroristas.

Aún así, las autoridades no quieren tentar a la suerte durante la primera ceremonia de investidura tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y han desplegado el mayor dispositivo de seguridad aéreo y terrestre en la historia para proteger este acontecimiento.

Unos 7.000 soldados y 6.000 policías acordonarán unas 100 manzanas del centro de Washington. Los controles ya se sentían hoy, martes, con calles cortadas y el estruendo de aviones de combate sobrevolando la ciudad.

El jueves las fuerzas de seguridad aislarán el Congreso, donde Bush jurará su segundo mandato, así como el recorrido de un desfile de tres kilómetros desde el Capitolio hasta la Casa Blanca en el que participarán unas 10.000 personas en representación de todos los estados de la Unión.

Mientras, la Guardia Costera vigilará con patrullas el Río Potomac, a cuyas márgenes se encuentran algunos de los monumentos emblemáticos de la ciudad.

El Gobierno ya ha advertido de que las 750.000 personas que asistirán a los festejos serán sometidas a numerosos registros.

Esta vez llegar en limusina no facilitará la entrada, pues un informe de inteligencia filtrado a la prensa en los últimos días ha advertido de que Al Qaida ha estudiado cargar uno de estos vehículos con bombonas de gas propano para usarlo como coche bomba.

El despliegue será coordinado por primera vez por un centro de control unificado, compuesto por agentes de cincuenta entidades federales, estatales y locales.

Ese centro, situado en el norte de Virginia, cuenta con pantallas gigantes de vídeo que reciben imágenes de cámaras situadas en los puntos claves de la ciudad, así como las captadas por aviones que sobrevolarán permanentemente el Distrito de Columbia.

Además, contarán con sensores para detectar armas biológicas y químicas.

También por primera vez y gracias a una orden presidencial, todas las agencias estarán bajo un mando conjunto, que recae en Tim Koerner, uno de los directivos del Servicio Secreto. Koerner informará directamente a Ridge.

Con ello, el Gobierno de EEUU pretende evitar la confusión y los esfuerzos duplicados que han caracterizado la respuesta a emergencias en el pasado por las decenas de agencias policiales, de espionaje y de seguridad con las que cuenta el país.

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