WASHINGTON (AP).- El presidente George W. Bush no tiene intención de modificar su plan para dar a los extranjeros una autorización temporal de trabajo, dijo el viernes el subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos Roger Noriega.

«El presidente está comprometido con su plan inicial»», afirmó.

El comentario se produjo al término de una semana en que el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez y senadores mexicanos realizaran en Washington reuniones para dialogar sobre el tema.

Derbez dijo luego de una entrevista con la secretaria de Estado Condoleezza Rice que la posición de la Casa Blanca más que antiinmigrante le parecía orientada a la seguridad nacional.

La senadora Silvia Hernández, quien también estuvo en Washington con el senador Raymundo Cárdenas, –ambos de la oposición– admitió que luego de una decena de entrevistas con senadores estadounidenses el panorama para una reforma migratoria era de «incertidumbre»».

Indicó que mientras la Casa Blanca y los dos partidos políticos estadounidense no tengan «claridad»» para dialogar sobre un mismo propósito, el cambio en las leyes de inmigración no sería posible.

Noriega dijo que Bush ha expresado en varias ocasiones su intención de llevar a cabo esa reforma en su actual periodo de gobierno.

«El está completamente comprometido en su plan para ofrecer una oportunidad a algunos trabajadores extranjeros que deseen participar en las oportunidades de nuestra economía»», declaró a reporteros.

Indicó que la ejecución del plan de Bush requiere de «unos cambios importantes en nuestras leyes migratorias, y por eso se necesita un debate en nuestro Congreso…»»

Bush ha planteado hace 13 meses la autorización laboral por tres años a extranjeros que ya se encuentran en Estados Unidos para realizar trabajos rechazados por los estadounidenses. Los beneficiados podrían volver a sus países, donde renovarían el permiso.

El gobierno del presidente Vicente Fox ha declarado la propuesta como «insuficiente»» y dijo que continuaría sus esfuerzos para la regularización del estado migratorio de por lo menos 4 millones de trabajadores mexicanos que viven ilegalmente en Estados Unidos. Bush y Fox se entrevistarán en marzo.