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MANAGUA (AFP).- El ex embajador norteamericano Oliver Garza llegó este viernes a Nicaragua, para organizar a las fuerzas de derecha de cara a las elecciones presidenciales del 2006, según el opositor Frente Sandinista. Garza arribo a Managua en horas del medio día en un vuelo de la línea aérea American Airlines, confirmo a la AFP un funcionario la cancillería nicaragüense de la sala de Protocolo del aeropuerto internacional.
Garza fue embajador de Nicaragua entre 1999 y el 2002, período en el cual ayudó a las fuerzas de derecha a unirse alrededor del Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha) para evitar que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), ganara los últimos comicios.
Garza desarrollara su misión como encargado de negocios interino de la Embajada norteamericana en Managua, por tiempo indefinido.
El dirigente sandinista y ex presidente Daniel Ortega (1979-90) describió la semana pasada la nueva misión de Garza en Nicaragua como una «injerencia» de Estados Unidos en el proceso electoral nicaragüense.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Roger Noriega, afirmó el jueves vía telefónica al diario La Prensa que Garza «transmitiría las preocupaciones muy hondas del Departamento de Estado sobre la importancia de que elementos democráticos a lo largo del espectro político se unan para asegurar que Nicaragua tenga las mejores elecciones el año que viene».
En ese sentido remarcó que «algunos de nuestros amigos en el movimiento liberal» como el PLC tienen que elegir «si quieren ser amigos o enemigos de Estados Unidos», debido al apoyo político que el líder de esa agrupación, el ex presidente Arnoldo Alemán, (19979-02) ha dado en los últimos meses al FSLN.
Noriega hizo alusión a la alianza que el PLC pactó en noviembre pasado con el FSLN en el Congreso para oponerse al gobierno de Enrique Bolaños, fiel aliado de Estados Unidos, y aprobar un paquete de leyes y reformas constitucionales que restan poderes al presidente.
Alemán purga en prisión domiciliaria una condena de 20 años por delitos de corrupción cometidos durante su mandato, que debilitaron las estructuras del PLC y facilitaron la victoria del FSLN en la mayoría de gobiernos locales, en las elecciones municipales de noviembre pasado.
