Estados Unidos inició ayer sus conversaciones anuales sobre asuntos de seguridad con China y un funcionario dijo que planea plantear directamente a los chinos el tema de la ciberintrusión a un servidor del gobierno federal que robó registros de millones de empleados y contratistas. China ha negado toda injerencia en la intrusión, pero funcionarios del gobierno de Barack Obama dicen estar cada vez más convencidos de que el gobierno chino fue responsable.

Funcionarios de ambos países discuten cuestiones espinosas como ciberseguridad, seguridad marítima, relaciones militares, defensa misilística, política nuclear y seguridad espacial.

Las conversaciones, encabezadas por el subsecretario de estado Antony Blinken y su contraparte chino, el vicecanciller ejecutivo Zhang Yesui, incluyen funcionarios civiles y militares. Es el preludio a 2 días de discusiones a nivel de gabinete sobre seguridad y economía a partir mañana martes.

Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que las conversaciones del lunes en el Departamento de Estado fueron francas. Habló con la condición de no ser identificado por no estar autorizado a hablar oficialmente sobre las deliberaciones, que tienen lugar poco después de la intrusión y robo de datos de la Oficina de Administración de Personal del gobierno federal de Estados Unidos.

Fue robada información de hasta 14 millones de empleados y exempleados federales y contratistas, incluso personal militar y de inteligencia. Estados Unidos no ha suministrado públicamente pruebas directas de que el gobierno chino fuese responsable.