EU podría aplicar represalias contra
sectores económicos RD

EU podría aplicar represalias contra <BR>sectores económicos RD

POR CLAUDIO CABRERA
Al encontrarse en estos momentos, la República Dominicana, en una coyuntura difícil en que ha debido avanzar negociaciones bilaterales para adherirse a un sistema de libre comercio con los Estados Unidos, todo parece indicar que las autoridades tendrán que plegarse a las circunstancias o exponerse a que el país sea objeto de represalias económicas que podrían erosionar severamente los principales pilares de su economía.

Economistas que fueron consultados al respecto, señalaron que cuando los países desarrollados no logran por vía de negociaciones, imponer lo que estiman como puntos vitales dentro del marco de las negociaciones “tienden a recurrir a represalias por medios institucionales, fiscales y legales, que limitan la participación de los negocios de los países en litigio”.

Dada la confrontación a la cual ha conducido la aprobación o no de la reforma fiscal que reposa en el Congreso Nacional y tras aplicar un 25% de gravamen a las importaciones del sirope de maíz rico en fructuosa para proteger a la industria local del azúcar, el gobierno de Estados Unidos ha sacado la cara para defender a sus productores, sin que algunos sectores locales, al parecer, teman a las represalias que puedan desatarse sobre la economía del país.

Al mes de septiembre en curso los senadores anunciaron su propósito de revisar la reforma fiscal para incluir un aumento salarial y el 25% de gravamen a las importaciones del sirope de maíz, de inmediato se produjo una conformación que llevó a pronunciarse en contra a los colonos azucareros, al Central Romana y la Casa Vicini, al sector agroempresarial y al Grupo León Jimenes.

A su vez, empresarios vinculados al “sector externo” de la economía, como son los de las zonas francas (Adozona), los de la Cámara Americana de Comercio y otros, se mostraron opuestos a incluir este gravamen en la legislación.

Ante la modificación que incluye el gravamen, los legisladores se han dividido, aunque el Poder Ejecutivo pidió al Senado una “pronta aprobación” de la reforma fiscal sin el 25% de gravamen en vista de las necesidades urgentes del gobierno de recaudar fondos y cerrar la brecha fiscal que facilite retomar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al arribar a su clímax, la confrontación alcanzó hasta los industriales estadounidenses del maíz, quienes advirtieron en comunicación dirigida al embajador Robert B. Zoellick, representante comercial de Estados Unidos, que la aplicación del 25% a las bebidas que se endulcen con jarabe de maíz, violaría obligaciones comerciales ya concertadas por el país, poniendo en juego el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y el Caribe con Estados Unidos.

Todo esto conllevó a que por vía diplomática y más formalmente, el gobierno estadounidense a través de su embajada en el país, hizo objeciones a la inclusión del gravamen del 25% al sirope de maíz. Esto fue corroborado por pronunciamientos del propio embajador Hans Hertell en tal sentido.

¿RECURRIR A LA OMC?

A pesar de la fortaleza que el país ha podido exhibir en el transcurso de los últimos años, en áreas importantes relacionadas con el mercado bilateral norteamericano, los casos más preocupantes y sobre los cuales podrían recaer de inmediato las represalias por un desconocimiento de los acuerdos, son los de las zonas francas industriales, el turismo y la recepción de remesas.

En el caso de las zonas francas, muchos economistas y consultores estiman que se trata del área más vulnerable, en vista de que tradicionalmente ha venido prosperando mediante los incentivos otorgados por los Estados Unidos a través de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (ICC), así como mediante el Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SGP), a los cuales el gobierno estadounidense les ha venido colocando topes para sus importaciones.

Las exportaciones de zonas francas industriales ha repuntado tras la crisis que paralizó su crecimiento al final del año 2000 y en el 2001, lo que permitió al país ingresos en divisas por US$2 mil millones 161 mil 500.0 al primer semestre de este año 2004, con una ligera caída del 1.3%.

Estas restricciones podían incluir reducciones súbitas en las cuotas de productos a los que se les permitiría la entrada a territorio estadounidense, aplicación de barreras no arancelarias y otros recursos que actualmente se aplican en caso de disputas o diferendos en litis, por parte de los países con economías más avanzadas sobre los más pequeños”.

En el caso del turismo, Estados Unidos podría facilitar la desviación involuntaria en los mercados con solamente reconocerles mayores incentivos a otros países que sean signatarios de los Tratados de Información Fiscal, respecto a uno de los competidores del área que se encuentre en disputa por asuntos de mercados.

Otras barreras recaerían sobre el envío de remesas desde Estados Unidos, las cuales podrían ser objeto de mayores supervisiones y de reducción en la cuantía de los montos a ser remesados hacia el país, lo cual ya, de hecho, se ha estado aplicando en forma gradual a países como República Dominicana.

El sector de turismo ha logrado incrementos sustanciales por sobre el 7.0% desde el año 2003 en que empezó a repuntar favorablemente, pero un conjunto de restricciones podrían reversar esta tendencia de crecimiento.

Las remesas enviadas al país, acorde a los registros del Banco Central, ascendieron a US$957.9 millones al primer semestre del año 2003 y a US$ mil 29.7 millones entre enero-junio del año en curso, lo cual ha hecho de estas asignaciones familiares desde el exterior, uno de los más importantes pilares para la economía del país.

Algunos opinan que el país podría jugarse una carta y concurrir por ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para expresar sus quejas ante una eventual ola de represalias contra sus principales sectores económicos.

“Pero se trata de países de gran poder de decisión como Brasil, Argentina, Canadá y otros”, lo cual implica el inconveniente de que el país no cuenta con experiencia en asuntos de disputas de este tipo, lo cual contribuiría a erosionar sus sectores claves, estrechamente vinculados a la economía estadounidense.

CAPITALISMO RD NACIÓ CON AZÚCAR

La industria azucarera surgió hacia 1879 al amparo de las políticas de apertura a la inversión extranjera propiciadas por los grupos liberales del Cibao guiados por la ideología de los principales líderes del Partido Azul, interesados en imprimir al país un nuevo sesgo de modernidad.

En los hechos, el nacimiento de un sistema capitalista en el país fuertemente dependiente del capital norteamericano para esa época, se atribuye en parte a la decisión de poderosos intereses económicos y políticos vinculados a la bolsa de Wall Street interesados en expandir sus inversiones y a la vez, extender la influencia política de su país hacia las fronteras del Caribe. También gracias al esfuerzo combinado con sectores económicos dominicanos que se asociaron al capital extranjero, contribuyendo a que el país pasase de la influencia política europea a la norteamericana. Esto permitió el nacimiento de una robusta industria azucarera movida a vapor que coincidió para su despegue con el proceso de guerra independentista iniciado por los revolucionarios cubanos contra la dominación española, acelerando una fuga de capitales, que convirtió a la República Dominicana en los alrededores de Puerto Plata, en una de las regiones más beneficiadas al pasar a ser receptora de la nueva tecnología capitalista avanzada.

Además fue factor decisivo que catapultó el surgimiento de este sector, el hecho de que los Estados Unidos habían culminado el proceso expansivo de sus fronteras hacia el interior de sus territorios, conllevando las matanzas y despojos de pueblos indígenas completos, así como al recorte territorial de México al sur de sus fronteras.

Al comenzar la década de 1880 y 1890, los Estados Unidos habían superado la fase del capital premonopolista en su economía, lo que permitió a fuertes grupos monopólicos que ejercían la hegemonía en importantes áreas económicas y comerciales, crecer fuera de sus fronteras.

Convertido en país imperialista con gran influencia y creciente presencia geopolítica en la región, Estados Unidos se servía entonces del azúcar para, de un lado satisfacer sus mercados interiores y, del otro, abastecer de pólvora sus arsenales en lo cual la caña de azúcar constituía la materia prima más importante, imprimiendo un carácter estratégico a la industria azucarera en la región del Caribe.

Para 1882 se habían fundado 30 ingenios modernos, casi todos ubicados en el Este y alrededor de San Pedro de Macorís y La Romana, cuyas tierras de valor más reducido en adición a los despojos a los campesinos pobres de esa comarca, sirvieron de escenario para el milagro económico que trajo la “prosperidad” a los emporios azucareros capitalistas extranjeros, para otorgarlas a los ingenios de capital estadounidense.

Paradójicamente, en la última década del siglo XIX el tirano Ulises Heureaux urgió a los Estados Unidos a firmar un Tratado de Libre Comercio, lo cual se logró años después. Ahora, otro tratado de libre comercio crea una confrontación en la que se observa en posición desventajosa a la industria que precisamente propició la influencia estadounidense en el país al final de ese siglo.

Este fue el gran salto económico capitalista hacia la modernización en el país que vinculado al proceso de acumulación de capitales en el Este, originó el movimiento revolucionario denominado de “Los Gavilleros”.

Dicho proceso culmina con la entrega de las tierras despojadas a miles de campesinos a los ingenios, hasta que los Estados Unidos invaden República Dominicana en 1916 para garantizar la continuidad de sus intereses alrededor del ingenio y al mismo tiempo, profundizar su influencia geopolítica en el país y en todo el Caribe.

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