EU pospone firma acuerdo ambiental

EU pospone firma acuerdo ambiental

Los efectos sobre las relaciones entre Estados Unidos y República Dominicana por el impuesto de 25% al sirope de maíz ya son un hecho: fue pospuesta de la firma entre los dos países de un acuerdo sobre medio ambiente en Washington el pasado viernes y es previsible que el informe que el día 3 de octubre rendirá el presidente George Bush al Congreso estadounidense sobre el tratado de libre comercio (TLC) en proceso contenga alguna advertencia desfavorable al país.

El embajador estadounidense en Santo Domingo, Hans Hertell, quien ha insistido en que la inclusión del impuesto al jarabe de maíz que se emplee en la fabricación de gaseosas impediría la aprobación del TLC domínico-estadounidense, informó la decisión de su gobierno de demorar un convenio que debió firmarse en la capital estadounidense con la presencia del secretario del Medio Ambiente dominicano, Max Puig.

Se trata de un compromiso que debe quedar en el marco del TLC y sobre el cual deberá tomarse una decisión en el corto plazo.

Ayer, durante un almuerzo en su residencia con directores de medios de comunicación, el diplomático adelantó que el próximo lunes el presidente George Bush emitirá un informe al congreso sobre el proceso de integración económica con República Dominicana y Centroamérica.

En su mensaje, el mandatario deberá informar sobre la situación actual de cada país firmante de los acuerdos, y se da por un hecho que consignará la salvedad de que el impuesto al sirope de maíz en República Dominicana es contrario al TLC.

Hertell fue enfático en negar que Washington tenga previsto, como paso inmediato, tomar algún tipo de represalia por la imposición del gravamen al jarabe, pero estimó inevitable que las relaciones sufran un enfriamiento y que el gobierno estadounidense pierda entusiasmo en promover la aceptación de la República Dominicana en el TLC.

Para el diplomático, la inclusión del gravamen al uso de sirope de maíz en el país podría afectar el proceso de aprobación de la parte del tratado que tiene que ver con los países centroamericanos porque podría  ser invocado como un precedente que generaría desigualdad en el bloque económico, y en consecuencia, dar motivos a reclamaciones de  esos otros estados.

No obstante,  en Santo Domingo trascendió que en círculos económicos y diplomáticos centroamericanos se está recibiendo con satisfacción la posibilidad de que República Dominicana  resulte excluida de la integración, pues muchos productores de la región consideran a este país un competidor más que un socio.

De otro lado, Hertell se refirió a otra preocupación en las relaciones entre Estados Unidos y República Dominicana y que tiene que ver con la seguridad portuaria.

Refirió que este país está a la cabeza de las naciones que con mayor frecuencia constituyen el punto de origen de  polizones detenidos al llegar a Estados Unidos.

El tráfico de viajeros constituye un problema en la agenda de Estados Unidos para la prevención del terrorismo.

Negó que su país traté  de sacar provecho de República Dominicana cuando reclama reciprocidad en cuanto a la eficiencia de  los mecanismos que deben operar para la seguridad interna de cada estado.

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