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WASHINGTON (EFE).- Las situación de los derechos humanos en Haití sigue siendo preocupante para Estados Unidos, debido a asesinatos cometidos por fuerzas de seguridad y a pesar de algunos avances.
El informe anual sobre la situación de derechos humanos en el mundo que publicó ayer el Departamento de Estado estadounidense achaca gran parte de los problemas de Haití -donde la situación de los derechos humanos es mucho peor que en la vecina República Dominicana-, al régimen del ex presidente Jean-Bertrand Aristide.
EL CASO DE HAITÍ
Las acusaciones de Washington se producen a pesar que Aristide fue expulsado del poder en febrero de 2004 por una revuelta dirigida por antiguos oficiales del Ejército disuelto por el ex presidente, y pese a que en el último año el Gobierno ha estado en manos de políticos apoyados por EEUU y otros países occidentales.
El Departamento de Estado afirmó que, a pesar que el nuevo gobierno tomó medidas para combatir la corrupción policial, «algunos oficiales de la Policía Nacional Haitiana (PNH) estuvieron implicados en corrupción, secuestro y narcotráfico. Miembros de la PNH cometieron abusos» durante el año.
«La trayectoria del gobierno en derechos humanos siguió siendo pobre… Diversos actores perpetraron numerosos abusos de derechos humanos, particularmente durante la revuelta armada y el vacío de autoridad que siguió» a la salida de Aristide, señaló el informe.
«Han habido informaciones creíbles de asesinatos arbitrarios por algunos miembros de PNH, las antiguas fuerzas armadas que ayudaron a la renuncia del presidente Aristide… y bandas callejeras que se sospecha estaban pagadas y armadas por el presidente Aristide y sus partidarios», añade el documento.
Washington considera que «durante el Gobierno Interino de Haití (GIH, que ocupó el poder tras la caída de Aristide), los abusos sistemáticos orquestados por el Estado cesaron» aunque admite que siguieron cometiéndose asesinatos motivados políticamente, «particularmente en las provincias».
Además, indica que tras la salida de Aristide «hubo numerosos informes de abusos de derechos humanos contra partidarios» del antiguo mandatario.
«La impunidad legal siguió siendo un serio problema debido a la debilitada fuerza policial y sistema judicial», según el informe.
El Departamento de Estado añadió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su preocupación por «informes de arrestos arbitrarios y detenciones de personas y amenazas y actos de violencia e intimidación contra defensores de derechos humanos y periodistas».
