EU rechaza sea tacaño

EU rechaza sea tacaño

WASHINGTON (AFP).- «Estados Unidos no es tacaño» a la hora de ayudar a las víctimas del maremoto en el sureste asiático, aseguró el martes el secretario de Estado Colin Powell, después que un alto funcionario de la ONU criticara la mezquindad de los países ricos ante los problemas de las naciones más pobres.

   «Vamos a hacer más. Hubiera deseado que ese comentario no hubiese sido hecho» dijo Powell en una entrevista con la cadena de televisión ABC.

   Poco después, Washington anunció una ayuda suplementaria de urgencia de 20 millones de dólares, que se suman a los 15 millones ya prometidos a los países más afectados por el gigantesco maremoto que el domingo devastó las costas del océano Indico y provocó más de 55.000 muertos.

   El lunes el noruego Jan Egeland, secretario general adjunto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) encargado de cuestiones humanitarias, había criticado la debilidad de la ayuda al desarrollo otorgada en general por los países ricos.

   Egeland, sin embargo, aclaró este martes en una conferencia de prensa que la respuesta de la comunidad internacional a las urgentes necesidades generadas por el devastador maremoto en Asia ha sido hasta ahora «extremadamente positiva».

   «La asistencia internacional ha sido inmediata y generosa», subrayó Egeland al hablar ante los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.

   Egeland había calificado el lunes de «tacaños» -sin nombrarlos- a algunos países ricos, que dedican sólo 0,1% o 0,2% de su PIB a la ayuda al desarrollo, en lugar del 0,7% al que se comprometieron en la Declaración del Milenio en 2000.

   Este martes precisó que sus palabras no tenían nada que ver con la respuesta a la actual catástrofe en Asia.

   «En el momento en que les hablo, decenas de aviones se dirigen» con suministros de primera necesidad a los diferentes países afectados.

   Por su parte Estados Unidos anunció que la situación en los países más golpeados por el cataclismo, cuyo balance provisorio supera ahora los 55.000 muertos y 30.000 desaparecidos, fue tratada en una reunión de trabajo entre Powell, su adjunto, Richard Armitage, y el director de la agencia estadounidense de ayuda al desarrollo internacional (USAID).

   «Hemos asignado 20 millones (de dólares) de ayuda, adicionales a los 15 millones que ya habíamos prometido», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli.

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