WASHINGTON. EFE. La cumbre sobre la reforma sanitaria concluyó ayer sin que se aproximaran posiciones y con la declaración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de que seguirá adelante sin la oposición republicana si es necesario. La reunión en Blair House, frente a la Casa Blanca y en la que participaron más de cuarenta legisladores demócratas y republicanos, concluyó tras siete horas y quince minutos de debate, 75 minutos más de los previstos inicialmente. Aunque al comienzo del encuentro Obama había llamado a centrarse en las cosas en las que están de acuerdo, concluyó con la admisión de que no sabe si se podrán acercar posiciones para extender la cobertura médica a los treinta millones de estadounidenses que carecen de ella, uno de los objetivos de la reforma para los demócratas. La sesión fue transmitida por las cámaras de televisión, en una iniciativa insólita en los debates políticos en Washington.