EU sabía caso de Corán

EU sabía caso de Corán

WASHINGTON (EFE).- La Cruz Roja comunicó al Gobierno de EEUU «información creíble» en base a entrevistas con detenidos sobre profanaciones del Corán en Guantánamo en 2002 y principios de 2003, según declaró ayer un portavoz de esa organización.

Los miembros de la Cruz Roja no presenciaron esos presuntos actos, pero recibieron denuncias de varios detenidos que contaban incidentes similares, explicó el portavoz de la organización en Washington, Simon Schorno.

El organismo humanitario concluyó que las alegaciones eran «creíbles» y se las comunicaron a los comandantes de la base naval y al Pentágono, dijo.

Schorno no especificó en qué consistieron esas presuntas profanaciones.

El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, confirmó hoy que las alegaciones estaban incluidas en los informes confidenciales de la Cruz Roja.

«Colaboramos con la Cruz Roja. Escuchamos las cosas que ellos oyen o ven cuando visitan (centros de detención). Tenían algunas preocupaciones sobre el manejo del Corán», dijo Boucher.

El funcionario indicó que el Departamento de Defensa elaboró en enero de 2003 una guía «muy detallada» sobre cómo tocar el libro sagrado musulmán, que especifica que es necesario usar guantes y detalla dónde no se puede colocar -por ejemplo, cerca del inodoro, de los pies o en el suelo.

Schorno señaló que la Cruz Roja no recibió denuncias de mal uso del Corán después de esa fecha.

El trato del Corán ha saltado a los titulares después de que un reportaje de «Newsweek» del 9 de mayo afirmaba que los agentes de Guantánamo lo profanaron como medida de presión durante interrogatorios a los presos.

La revista explicaba que los agentes habían colocado el Corán en la taza del inodoro e incluso tiraron un libro sagrado de los musulmanes por la cañería.

La información causó el rechazo del mundo musulmán y unos 16 muertos en Afganistán en enfrentamientos entre la policía y manifestantes.

No obstante, esta semana la revista se retractó de la información después de que su fuente, un alto funcionario del Gobierno, dijese que no recordaba el informe específico en el que había leído sobre el uso inadecuado del libro sagrado y el incidente del inodoro.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, pidió el martes a la revista «reparar el daño que se pueda reparar» por ese error.

Indicó que «Newsweek» debería «explicar las prácticas y los principios de las Fuerzas Armadas de EEUU. Nuestros soldados tienen buen cuidado de tratar el santo Corán con el mayor de los respetos».

Las alegaciones sobre la profanación del Corán no son nuevas. Algunos ex detenidos y abogados de prisioneros han dicho que el personal estadounidense en Guantánamo manejó el libro sagrado sin respeto.

Por ejemplo, Bader Zaman, quien pasó dos años en Guantánamo y fue liberado hace siete meses, señaló que un soldado tiró un Corán a las letrinas.

Preguntado sobre estas denuncias, Boucher dijo hoy que Estados Unidos «no puede ir persiguiendo cada cosa que alguien dice», aunque sí examina los informes de la Cruz Roja y de Gobiernos extranjeros.

«La premisa de estas preguntas es que de alguna forma en Guantánamo se viola la libertad religiosa. Es lo contrario», se defendió Boucher.

«Guantánamo es un lugar donde la gente está detenida porque es peligrosa, pero se respetan los derechos de los detenidos», añadió.

En la base se encuentran unos 520 prisioneros, algunos desde hace más de tres años. La gran mayoría de ellos no han sido acusados formalmente ni han tenido acceso a abogados.

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