LONDRES. AFP. Estados Unidos cubrirá la casi totalidad de sus necesidades energéticas en 2030, mientras que las más golosas economías emergentes, encabezadas por China e India, aumentarán su dependencia de las importaciones de gas y de petróleo, estimaron ayer expertos de BP.
«Para el 2030, el incremento de su producción y la moderación de su demanda permitirán a Estados Unidos asegurar por sí mismos el 99% de sus necesidades energéticas, contra sólo 70% en 2005, subrayaron los economistas de la petrolera británica.
Esta posibilidad ya había sido mencionada en noviembre por la Agencia Internacional de Energía (AIE), que prevé que Estados Unidos destronará en 2017 a Arabia Saudí como primer productor mundial de crudo gracias al auge de los hidrocarburos no convencionales como el gas o el petróleo de esquisto.
El aumento de la producción mundial de petróleo hasta 2020 se deberá totalmente a una producción creciente de petróleos no convencionales, estimaron los autores del BP Energy Outlook. Según ellos, la revolución del esquisto se llevará a cabo esencialmente en América del Norte (a falta de inversiones suficientes en otras regiones) e incitará a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que actualmente producen el 35% del oro negro mundial, a reducir netamente su producción en la próxima década. Estas previsiones demuestran hasta qué punto han cambiado las cosas: los temores de un agotamiento de los recursos petroleros -a los que BP nunca adhirió- parecen cada vez más infundados, señaló Bob Dudley, el consejero delegado de BP, a través del comunicado.
Los expertos mantuvieron sin embargo prácticamente sin cambios las previsiones de hace un año sobre la demanda energética mundial. Ésta debería crecer según ellos 30% entre 2011 y 2030, debido a un apetito atribuible casi en su totalidad a las economías emergentes. «En paralelo con su sólido crecimiento económico, países como China e India serán cada vez más dependientes de sus importaciones energéticas, y deberán recurrir todavía más al carbón, advierte.