Eurocopa: cerveza y salchichas

Eurocopa: cerveza y salchichas

CAIUS APICIUS
MADRID. EFE. En Viena, según los diarios, se calcula que los aficionados que acudan a la fase final de la Eurocopa (Campeonato de Europa de selecciones nacionales de fútbol) se meterán en el cuerpo medio millón de litros de refrescos, 600 000 salchichas y tres millones de jarras de cerveza.

Tres millones de jarras de cerveza, de las que no se especifica si son de medida inglesa, es decir, de una pinta -cerca de medio litro- o alemana, o sea, de a litro, parecen muchas… sobre todo para 600 000 salchichas. La noticia no especifica de qué tipo de salchichas se trata, y ya sabemos que hay salchichas de muy variados calibres y longitudes, pero la media de cinco jarras de cerveza por salchicha se antoja un tanto excesiva.   

Parece mucha cerveza… pero a lo mejor no es tanta, pues los cálculos hablan de cuatro millones de aficionados, con lo que ya van tocando a una cantidad razonable, y más teniendo en cuenta que en la capital austríaca se disputarán siete encuentros, incluyendo el final y, probablemente más significativo a efectos de consumo de cerveza, un Austria-Alemania. De todos modos, y pese a que la cifra sin duda se resiente de la ausencia de la selección de Inglaterra y sus sedientos seguidores, no está mal… aunque habría que saber las cifras habituales de consumo cervecero de los propios vieneses.   

En cualquier caso, la noticia, que como todas las noticias se queda en lo más llamativo, no deja de ser una excesiva reducción, y tirando hacia el “fast food”, de lo que esos mismos aficionados podrían comer y beber en la vieja y bella ciudad de los Habsburgo. Cerveza y salchichas son, qué duda cabe, una combinación muy adecuada y natural, pero la gastronomía vienesa da para mucho más, incluso sin salirnos de lo más tópico. Tres millones de jarras de cerveza… Quedarse ahí sería quedarse sólo a las puertas de lo muchísimo que al gastrónomo, futbolero o no, puede ofrecer.

Tentaciones golosas

Cerveza, bueno, aunque los austríacos tienen muy notables vinos blancos. Pero de lo que se olvidan los autores de la noticia es de cosas tan vienesas como el café… y la pastelería, sobre todo de la más gloriosa de las especialidades locales, la Sachertorte, que es una tarta de chocolate y mermelada de albaricoque famosa en el mundo entero; ciertamente, la tentación golosa en Viena es casi irresistible.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas