OPORTO, Portugal (AFP).- El destino quiso que las dos selecciones ibéricas, Portugal y España, sean las encargadas de dar el puntapié inicial de la Eurocopa de fútbol, que comienza hoy sábado en tierras lusas, en sus partidos respectivos contra Grecia y Rusia, en el Grupo A.

La selección portuguesa del técnico brasileño Luiz Felipe Scolari será la encargada de inaugurar la Eurocopa el estadio del Dragao, de Oporto, a las 16h00 GMT (12:00m hora Dominicana), frente a Grecia, un equipo dirigido por el alemán Otto Rehhaggel, que dio la sorpresa al superar a España en la fase preliminar.

Portugal, en su tercera participación en una Eurocopa, después de llegar a semifinales en 1984 en Francia y en la pasada edición de 2000 en Holanda y Bélgica, en ambas ocasiones eliminados por los galos, quiere hacer algo grande y confía en el bloque del Oporto, reciente ganador de la Liga de Campeones.

Portugal ha pasado la semana pendiente de las molestias de su estrella, Luis Figo, que ya está totalmente recuperado.

Grecia, por su parte, presenta una defensa sólida, con cuatro goles encajados en ocho partidos en la fase de clasificación, aunque su ataque no presente tanta solidez y los helenos acuden con la peor media goleadora entre los clasificados, con un tanto por encuentro.

Por su parte, España, la eterna candidata a títulos internacionales que nunca llegan, inicia hoy sábado en Faro ante Rusia (18h45 GMT, 3:45pm hora Rep. Dom.), el sueño de ganar la Eurocopa, y acabar con la mala suerte que la persigue en los últimos años.

El técnico Iñaki Sáez y los jugadores coinciden en que es indispensable comenzar con buen pie en un partido que se disputará en el nuevo Estadio del Algarve y en el que probablemente los rusos se verán afectados por el terrible calor del sur de Portugal en estas fechas.

«El primer partido siempre es el que provoca más nervios y es importante salir bien del inicio. Rusia, pese a que es un poco anárquico en su juego, tiene un buen control del balón», afirma el madridista Iván Helguera.

Todos los jugadores españoles piensan que es indispensable la victoria ante una Rusia en principio asequible, que acude con varias bajas por lesión en el centro del campo, y con el controvertido Alexander Mostovoi como figura.

Mostovoi, adorado en España, donde ha jugado en el Celta de Vigo en las últimas temporadas, ha sido el encargado de meter presión estos últimos días, afirmando que teme la actuación arbitral frente a España, que juega casi como local.

España contará con los favores del público ya que Faro, igual que cualquier otra ciudad portuguesa, se encuentra a poco más de 100 kilómetros de la frontera española.

Rusia, que últimamente no ha cosechado grandes logros a nivel internacional, fue el primer campeón de la competición, en 1960.