Europa depende inmigración para sostener natalidad

Europa depende inmigración para sostener natalidad

PARIS (AFP).- A diferencia de Francia, la mayor parte de los grandes países europeos dependen de la inmigración para frenar su declive demográfico, pese a los esfuerzos de algunos de ellos por aplicar políticas que impulsen la natalidad. Alemania, el país más poblado de Europa con 82,5 millones de habitantes, registra desde 1991 más fallecimientos que nacimientos, pero ha logrado mantener un crecimiento positivo hasta 2004 gracias a su saldo migratorio positivo, o sea que tiene más entradas en el territorio que salidas.

No obstante hacia 2050 podría sufrir un descenso hasta 74,6 millones, según Eurostat, la Oficina de Estadística comunitaria. Otro tanto sucede en Gran Bretaña que, con 59,8 millones de habitantes en 2004, es el tercer país más poblado de los Veinticinco, después de Alemania y Francia.

Hasta finales de la década de 1990, el saldo natural (o sea los nacimientos menos fallecimientos) era la principal causa de crecimiento de la población, pero a partir de entonces está sujeto a la inmigración.

En 2005, España ha superado la barrera de los 44 millones de habitantes gracias a los extranjeros. Y es que marroquíes, rumanos, latinoamericanos y, por supuesto, los incondicionales británicos de la Costa del Sol y del archipiélago de las Baleares han contribuido a alcanzar esa cifra.

En Italia, entre 1999 y 2004, “la parte de nacimientos de niños extranjeros del total de nacimientos se ha más que duplicado, pasando de 3,9% en 1999 a 8,6%”, según el Instituto Nacional de Estadística (Istat).

En cambio Francia, con 807.400 nacimientos en 2005 y un saldo natural de 270.100 personas, puede contar consigo misma para el crecimiento de su población.

Y al contrario de las ideas preconcebidas, no son las mujeres de origen magrebí o africano las que respaldan la natalidad, afirmaba en 2204 el Instituto Nacional de Estudios Demográficos (Ined).

El ministro delegado de Familia francés, Philippe Bas, atribuyó el miércoles este éxito a una política familiar “que da buenos resultados” e hizo hincapié en las ayudas a las familias y la existencia de una educación preescolar que comienza con tan sólo 3 años.

Entre tanto, sus vecinos europeos tratan por todos los medios de paliar sus declives demográficos con una serie de medidas que fomentan la natalidad.

Así, en esos países se multiplican las iniciativas que abarcan desde ventajas fiscales hasta normativas legales para ayudar a las madres a compaginar vida laboral y familiar.

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