En nuestro periplo por Europa, recorrimos varios países de la Unión Europea (Reino Unido, Francia, Suiza, España), y pudimos comprobar un hecho que tiene muy preocupado a los países más extensos y poblados de Europa.

  Se están quedando sin población joven de relevo, motivado a los enormes gastos que significa para una pareja joven y con un salario modesto, el procrear una familia, aun sea con un solo hijo.

 El costo de la vida ha aumentado tanto, con salarios casi congelados y alrededor de un doce por ciento en paro, que la Unión Europea se verá abocada  a buscar una solución a corto plazo  a tan grave problema.

En efecto, en un sondeo que se llevó a cabo hace unos pocos meses, se determinó para el caso de Europa, que las personas mayores de 65 años igualan en número a los menores de 15 años, teniendo un índice de natalidad de 1.52 hijos, muy lejos de los 2.1 necesarios para establecer el relevo generacional.

Alquilamos un carro en España para visitar unos familiares en Asturias y luego bajamos por la Ruta de la Plata, una moderna y flamante autovía hacia Andalucía.

 En Castilla La Mancha por los pueblos que pasamos, observamos casi todas las casas cerradas y  en franco deterioro, los pocos paisanos que vimos tenían muy por encima de los 70 y se veían muy abatidos, solitarios y casi siempre ayudados por un bastón.

 Así las cosas, la agricultura se ve un poco descuidada ya que la mayoría de los equipos agrícolas, son de un buen tamaño y se necesitan personas fuertes y resistentes para la jornada diaria.

Una solución que al parecer no goza del fervor de la gran mayoría de los españoles sería la mano de obra aportada por los inmigrantes. 

Sin embargo, con la falta de empleos se le está ofreciendo el equivalente de varios salarios, para que retornen a sus países de origen.

En Suiza también notamos la falta de mano de obra agrícola, no obstante los sofisticados equipos adaptados al suelo montañoso que poseen.

A simple vista, se observa un decrecimiento en dichas labores, al comprobar los agricultores que no es una actividad muy  remunerativa.

 Los franceses no se quedan atrás y varias afiliaciones de agricultores se han movilizado impidiendo el tránsito en las carreteras y caminos.

El principal problema actual es la decisión del Gobierno francés de subir de 60 a 62 años la edad de retiro, lo cual ha creído que es la solución para evitar el desequilibrio.

Las manifestaciones de protesta han sido tan violentas que las tropas de alta seguridad han tenido que intervenir.

Para Francia, el problema que debe acometer es ¿Quién pagará las pensiones en el futuro?

De otra parte, creemos que  el gobierno más sensato es el alemán, que ha prohijado una gran inmigración, especialmente de Turquía.

Ahora bien, creemos que Alemania confrontará problemas en el futuro, ya que la mayoría de los inmigrantes tienen como religión el Islam y sabemos cual radical llegan a tomar posiciones cuando de su islamismo se trata, lo cual crea graves inconvenientes en los puestos de trabajo.

Tenía razón Kofi Annan, secretario general de la ONU, cuando en el año 2000 expresó: “Uno de los éxitos de la historia reciente es el aumento de personas que alcanzan la vejez” y añadió: “Pero también es uno de nuestros grandes retos”.

 Esto lo dijo cuando le indicaron que en el futuro  los hombres europeos pasarán de vivir de 76 años a 84.5 y las mujeres de 82 a 89 años.

 Este es el dilema que Europa debe  resolver en lo inmediato.  Aquí cabe la frase de Hamlet: “ser o no ser”.