Reuters. Tamura. Cerca de 350 residentes han podido regresar al distrito Miyakoji en la ciudad de Tamura, que se encuentra dentro de la zona de exclusión de 20 kilometros de la planta nuclear.
La decisión se ha producido después de que las autoridades afirmaran que los niveles de radiación en la zona de Fukushima son lo suficientemente bajos como para volver a ser habitada, pero muchos residentes siguen teniendo dudas.
El resto de las zonas afectadas son pueblos fantasma y sus residentes siguen viviendo en casas prefabricadas o con algún familiar.
Kimiko Koyama, de 69 años, que dejó su casa hace tres años, ha comenzado a limpiar su hogar, al que regresó con su marido Toshio, de 76 años.
«Muchos de nuestros amigos y vecinos no van a volver» lamenta Koyama porque «no hay trabajo, es incómodo y los jóvenes tienen miedo de la radiación», explica.