Evacuan miles personas por erupción de volcán

Evacuan miles personas por erupción de volcán

QUITO (AFP).- El volcán Tungurahua, en el sur de Ecuador, erupcionó violentamente ayer, jueves, arrojando gran cantidad de lava, roca y ceniza que provocaron al menos cinco muertos, 13 heridos y 60 desaparecidos, al tiempo que cinco aldeas fueron arrasadas y unas 3.200 personas han sido evacuadas.

Asimismo, están paralizadas las operaciones en los aeropuertos de Latacunga, Riobamba y Guayaquil (suroeste) debido a la nube de cenizas. El presidente Alfredo Palacio viajó por tierra a la región afectada, junto con nueve ministros.

“La expulsión de lava y ceniza arrasó cinco aldeas causando la muerte de cinco personas, cuatro de los cuerpos no han podido ser recuperados porque quedaron bajo los escombros” señaló a la AFP Juan Salazar, alcalde de la localidad de Penipe (135 km al sur de Quito), una de las zonas más afectadas.

De acuerdo con Salazar, la erupción también destruyó unas 20.000 hectáreas de cultivos y forzó a la evacuación de 3.200 personas a albergues cercanos a Penipe.

Otros 13 pobladores resultaron heridos y están siendo atendidos en Penipe o fueron trasladados con graves quemaduras a la vecina ciudad de Riobamba.

“Al menos cinco personas presentaron quemaduras de primer y segundo grado. Y nuestros voluntarios también rescataron a personas que quedaron atrapadas en casas incendiadas o bajo los techos que cedieron por el volumen de ceniza”, dijo a la AFP Gabriel Silva, coordinador de la Cruz Roja en la provincia de Chimborazo.

“Tuvimos una explosión muy fuerte en la madrugada. Soportamos 18 horas de fuego permanente. Cayó roca incandescente, ceniza y lava que arrasaron cuatro aldeas. Tengo evacuadas unas 3.200 personas”, declaró el alcalde Salazar.

“La situación es dramática. Todo se fue al piso. En uno de los poblados todavía están ardiendo 12 casas que fueron alcanzadas por los flujos piroclásticos (material magmático)”, añadió.

Brigadas de socorro intentan acceder a las zonas altas del lado occidental del volcán de 5.029 metros de altura, donde se reportan 60 desaparecidos.

“Necesitamos helicópteros para poder ir en busca de la gente que no logramos rescatar en la madrugada”, sostuvo el alcalde, y agregó que la situación podría empeorar por el represamiento de los ríos Puela y Chimbo.

   “Los flujos piroclásticos descendieron por las quebradas que bañan la montaña, causando el represamiento y afectando las vías de acceso a cinco poblaciones de las provincias de Tungurahua y Chimborazo”, sostuvo el coronel (r) Mauro Rodríguez, subdirector de la Defensa Civil.

   La furia del volcán también encendió la alarma en Baños, una localidad turística de unos 15.000 habitantes, donde un “60% de la población se refugió preventivamente en albergues cercanos”, añadió.

   El Instituto Geofísico informó que la actividad volcánica tendía a disminuir este jueves luego de que el volcán alcanzara su mayor pico eruptivo desde 1999.

   “Es una erupción mucho más grande, más importante que la del 14 de julio pasado, cuando se había reportado el mayor aumento desde 1999”, dijo el director del organismo, Hugo Yépez.

   Según los vulcanólogos, la actividad más violenta se inició hacia la medianoche del miércoles y se prolongó hasta las 03H00 (08H00 GMT) del jueves.

   “No se puede decir que ésta sea la última erupción. Tenemos que ir viendo la evolución, pero a priori podemos señalar que este período de tranquilidad posterior al desfogue del volcán, puede prolongarse días o semanas”, explicó Yépez.

   Según testimonios de pobladores, la zona que rodea el macizo quedó cubierta por una densa capa de ceniza de unos cinco centímetros de grosor.

   “Penipe está a oscuras, pareciera que fuera madrugada. Hay muchos escombros. Las casas fueron perforadas por las rocas. Vi a muchas personas heridas”, dijo una habitante de la localidad a una emisora radial.

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