Evacuan Nueva Orleans ante la llegada de Katrina

Evacuan Nueva Orleans ante la llegada de Katrina

NUEVA ORLEANS, EEUU (AFP).- Las autoridades de Nueva Orleáns, en el sur de Estados Unidos, ordenaron el domingo la evacuación obligatoria de la ciudad debido a la proximidad del huracán Katrina, de categoría cinco, que se acercaba a la ciudad con vientos de 280 kilómetros por hora.

   «Quiero que los ciudadanos entiendan que esto es muy serio», dijo el alcalde Ray Nagin al anunciar la evacuación de la ciudad de 1,4 millones de habitantes en una conferencia de prensa.

   El propio presidente estadounidense George W. Bush, que declaró estado de emergencia en Luisiana, urgió el domingo a los estadounidenses amenazados por Katrina a ponerse al abrigo rápidamente.

   «No podemos enfatizar suficientemente los peligros que plantea este huracán para las comunidades de la Costa del Golfo. Pido a los ciudadanos anteponer su seguridad y la seguridad de sus familias yéndose a lugares seguros», dijo Bush en Crawford (Texas, sur).

   Se espera que el huracán Katrina, de categoría cinco -la máxima en la escala Saffir-Simpson-, azote Nueva Orleáns el lunes.

   Las principales rutas de salida de la ciudad quedaron bloqueadas en las primeras horas de este domingo, cuando habitantes y turistas se apresuraban a abandonar la ciudad.

   En el aeropuerto Louis Armstrong había largas filas de pasajeros. La mayoría de los vuelos que aterrizaban lo hacían vacíos mientras que los que despegaban iban llenos.

   «Estoy verdaderamente aliviada con la partida», explica Tracy Roberson, una empleada de correos que esperaba impaciente el embarque.

   Solo el personal de los servicios de emergencia fue autorizado a quedarse en la ciudad. Quienes no puedan irse antes de la llegada de Katrina deberán dirigirse al enorme estadio Superdome, con capacidad para 60.000 personas.

   Como buena parte de Nueva Orleáns está por debajo del nivel del mar, la ciudad corre peligro de sufrir inundaciones, y el alcalde Nagin expresó temores de que los diques no resulten suficientes para soportar la ferocidad del huracán.

   Los estados sureños de Mississipi y Alabama, también alcanzados por el impacto de la brutal tempestad, almacenaron combustible del Golfo de México, aprovechando su proximidad a la costa estadounidense.

   «Este es un momento muy peligroso», destacó la gobernadora de Luisiana, Kathleen Babineaux Blanco.

   «Puede haber grandes inundaciones (…) lo que constituiría la situación más peligrosa que mucha de nuestra gente podría tener que enfrentar», expresó Blanco, quien no ocultó su temor de que el nivel de las aguas pudiera alcanzar más de seis metros.

   La furia de Katrina podría impactar además dramáticamente en los precios del petróleo, que el jueves ya alcanzaron cotizaciones récord debido a los temores de que el huracán afectara las refinerías del Golfo de México.

   En total 21 pozos y plataformas petroleras situados a lo largo de Nueva Orleáns fueron evacuados.

   Katrina era menos potente cuando el pasado jueves azotó al populoso sureste de Florida, constituyéndose en el sexto huracán en golpear ese estado estadounidense en poco más de un año.

   Las autoridades de Florida informaron de un total de siete muertos tras el paso del huracán.

   En Miami y otras áreas del sur de Florida la tempestad arrancó árboles de raíz, inundó barrios enteros, derribó líneas eléctricas y un puente en una autopista. El domingo, cerca de un millón de personas estaban sin electricidad.

   Katrina es la undécima tormenta Atlántica de este año y una de las más poderosas en la historia de este tipo de huracanes.

   Según los registros, iniciados en 1851, sólo tres huracanes de categoría cinco golpearon Estados Unidos en los últimos 154 años.

   Andrew mató a más de dos docenas de personas cuando atacó Florida en 1992, y Camille causó más de 250 muertes en Mississipi en 1969, mientras que «Labor Day» cobró 600 vidas al atacar Los Cayos de Florida en 1935.

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