En la medicina actual se ha establecido que el ginecólogo es el médico de cabecera de la mujer, ya que se ha considerado que no hay otro profesional de la salud que se encuentre en un contacto más estrecho con ella que el ginecólogo obstetra; es el especialista encargado de controlar el embarazo, cuidar la salud femenina y prevenir las afecciones que en un futuro pudieran presentarse.
El control ginecológico es fundamental para la prevención de distintas patologías en la mujer, especialmente las malignas. Aproximadamente una de cada tres mujeres padece cáncer a lo largo de su vida, y una de cada cuatro fallece a causa de la enfermedad, siendo los cánceres ginecológicos los responsables del 12 % de estos casos.
Se estima que solo 5 % de las mujeres acude al ginecólogo de manera preventiva, pues desafortunadamente el 95 % acude a consulta cuando está latente alguna enfermedad o presenta los síntomas de alguna dolencia. Esto se combate con una cultura de prevención que, afortunadamente, cada día va tomando más cuerpo en las mujeres dominicanas.
Entre las estrategias establecidas para combatir el cáncer en el siglo XXI figura la detección en la población asintomática de estadios previos a la malignidad y de la propia enfermedad en estadio temprano. Estas estrategias de detección se basan en los criterios impuestos por la organización mundial de la salud (OMS).
Sin lugar a dudas la consulta anual con el ginecólogo es una estrategia eficaz para lograr la prevención del cáncer. Mediante un correcto interrogatorio y examen físico se detecta cuáles son las áreas potencialmente problemáticas, lo que permite derivar en los exámenes complementarios más adecuados para cada paciente.
El chequeo ginecológico rutinario debe realizarse mínimo una vez por año a todas las mujeres sexualmente activas y/o mayores de 18 años; esta evaluación comprende la recolección de informaciones acerca de antecedentes personales y familiares que pudieran representar factores de riesgo relacionados con las principales entidades malignas de esta especialidad, una exploración física minuciosa de pies a cabeza con énfasis en las exploraciones mamaria, abdominal y pélvica, asesoramiento de los hábitos sanitarios e intervenciones importantes considerando las principales causas de morbilidad y mortalidad de cada uno de los diferentes grupos de edad; y la realización de análisis de laboratorios y estudios especializados para evaluar el estado de todos los órganos del cuerpo femenino: las mamas, vulva, vagina, cuello uterino, cuerpo uterino, trompas de Falopio y ovarios.
La evaluación preventiva rutinaria de la mujer la debe hacer un ginecólogo, ya que estos exámenes deben realizarse y visualizarse con instrumentos adecuados y alguien diestro en la materia.
Recordemos que la mujer no puede autoexaminarse en determinadas zonas riesgosas, como el cuello uterino, y que cada tipo de cáncer ginecológico es diferente y presenta signos y síntomas específicos, así como factores de riesgo distintos y requiere de estrategias de prevención diferentes.
Todas las mujeres tienen riesgo de contraer cánceres ginecológicos y el riesgo aumenta con la edad.
Si los cánceres ginecológicos se detectan en una etapa temprana, el tratamiento es más eficaz.
¿Cuáles son los cánceres ginecológicos más frecuentes en República Dominicana?
De acuerdo a estudios de organismos internacionales, cada año, en la República Dominicana, se diagnostican 13 000 nuevos casos de cáncer. El cáncer de mama es el más frecuente. Se estima que cada año alrededor de 5200 mujeres dominicanas son diagnosticadas con cáncer de mama, con el agravante de que más del 70 % de los casos se detecta en etapa avanzada.
Aunque el cáncer de mama es el que cobra más víctimas en mujeres en este país, es importante recordar que existen otros tipos d cáncer que afectan a cientos de dominicanas, entre ellos el cervicouterino, en cual en la República Dominicana registra un promedio de 1500 casos nuevos de cáncer de cuello uterino cada año y de estos, hay aproximadamente 600 muertes a causa de esta enfermedad.
Prácticamente todos los casos de esta clase de patología (99 %) están relacionados con la infección genital por el virus del papiloma humano (VPH), que es la infección viral más común del tracto reproductivo. Se ha observado que más del 50 % de los pacientes a los que se les detecta este tipo de afección llega a las consultas cuando ya tienen metástasis y, por tanto, pocas posibilidades de sobrevivencia.