Evaluar universidades

Evaluar universidades

En su marcha hacia el porvenir -que constituye un desafío  por  los problemas sociales que en el presente reclaman solución y también porque surgirán otras urgencias propias del crecimiento- el país tiene que concentrarse en políticas que amplíen y fortalezcan la capacitación profesional y de niveles técnicos que está a cargo de universidades e institutos medios.

Un paso importante hacia esa meta fue esbozado antier por la secretaria  de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCYT). doctora Ligia Amada Melo. Aseguró que el próximo año se llevará a cabo una evaluación completa  de cada centro de estudios superiores que opere en el territorio nacional.

La funcionaria, que estuvo de invitada junto a algunos de sus más cercanos colaboradores en el encuentro semanal del grupo de comunicaciones Corripio, enumeró aspectos –preocupantes unos, alentadores, otros- de la realidad académica dominicana.

Uno de los puntos negativos es que los profesores universitarios de este país están muy mal pagados, a pesar de que algunos de los centros en que imparten docencia  someten a los estudiantes a cobros altos. Llegó a decir la doctora Melo que lo de “instituciones educativas sin fines de lucro” es algo que en verdad no existe en este medio.

Lo así expuesto constituye el principal motivo para esperar  con interés el resultado del auscultamiento que las autoridades se proponen hacer sobre infraestructuras académicas, planes de estudio, niveles de preparación de los profesores y calidad profesional de los egresados.

Mucho se duda que un centro de enseñanza superior  cualquiera pueda estar desempeñando idóneamente su función si no incentiva la superación ni garantiza la suficiencia de su personal docente con las remuneraciones que deben corresponder a una buena labor académica.

Ciertamente que las universidades deben estar colocadas con regularidad bajo escrutinio público a través de evaluaciones que las alienten  a superarse, lo que incluya la posibilidad de que la ciudadanía tenga acceso –como considera ideal la doctora Ligia Amada Melo- a una categorización periódica para establecer el nivel de calidad que corresponda a cada entidad.

No solo se trataría de exigirles unos mínimos requerimientos para expedir títulos, sino también de causar la aprobación y el respaldo de la opinión pública a los centros que mejor cumplan su tarea.

Por demás, es imprescindible dotar al país de más posibilidades para que los jóvenes desarrollen carreras técnicas que se ofrezcan a todos los que por una u otra razón no tienen a las universidades a su alcance.

Positivamente, la secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología reafirmó los compromisos del gobierno con tan importante objetivo.

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