Evangélicos de Santo Domingo Este dijeron ayer que están preocupados por la situación de inseguridad, corrupción pública, descomposición social y ambivalencia con laque se aplica la Constitución dominicana, además de otros males que afectan el país.

El pastor Santiago Ponciano, de la iglesia Tabernáculo de Adoración, dijo que ellos como comunidad evangélica comenzarán a trabajar, a aportar lo que son y saben para que el país vaya por un mejor sendero.

Ponciano encabezó un encuentro con cien pastores de Santo Domingo Este donde además de discutir la situación de la Iglesia, también discutieron los problemas que les afectan como ciudadanos. Dijo que seguirán reuniéndose en el país.

Sobre el caso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el reciente fallo del Tribunal Constitucional desvinculando al país de ese organismo, dijo que el país durante muchos años ha implementado la Constitución de forma ambivalente.

“Una nación no puede ser ambivalente, la Constitución es la Constitución y hay que aplicarla tal como aparece, si somos una nación. Creo que hay demasiado gente hablando de lo mismo, gente que no sabe opinando a favor y en contra. Los primeros que tenemos que ponernos de acuerdo con relación a nuestra nacionalidad somos nosotros los dominicanos”, afirmó Ponciano.

Dijo que los gobernantes deben ser firmes en una posición y caminar en esa dirección.

“En esta tierra viven dos naciones y a veces me preocupa sobre manera que Haití, que es quien está demandando, pidiendo, nos aplica lo que ellos entienden como sus principios de nación, pero cuando nosotros tenemos que aplicar los nuestros hay muchas personas en contra” agregó.

Consideró que el pueblo no puede estar más claro que quienes lo gobiernan, por lo que sugirió al presidente tomar una decisión firme, acorde a la Constitución, aplicarla y defenderla de todo el mundo.

Al país. Ponciano también dijo al país que como cristianos están pendientes de lo que está pasando y que no se quedarán de brazos cruzados ante tanta inseguridad, violencia y descomposición social, la cual atribuyó a la pérdida de valores familiares y falta de oportunidades.

“Creo que Dios trae cambios, en la administración, en la gente que dirige los destinos del país, creo que nadie está puesto para siempre y se levantará una generación de hombres y mujeres en este país que comenzarán a hacer las cosas adecuadamente. Hombres buenos y leales de la nación no nos quitemos en este tiempo, estemos pendientes”, dijo.