El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) calificó ayer de positivo el año 2005, aunque cree que quedan pendientes grandes retos y desafíos, como el manejo de la migración haitiana, los casos de corrupción, el despegue económico y la inseguridad ciudadana a causa del incremento de la delincuencia y la violencia.

El reverendo Reynaldo Franco Aquino invitó a los dominicanos a que en este 2005 se preocupen por levantar una nación más apoyada en la fuerza del espíritu y en la verdad de la Biblia, con un comportamiento valiente y decidido, cuya preocupación constante sea la búsqueda de la paz.

Abogó también por  un país justo, solidario, democrático, donde los poderes públicos sean representaciones auténticas, transparentes y participativas.

También exhortó al país a que en el nuevo año, “sembremos semillas de valores morales y espirituales, para provocar la promoción de una nación justa y fraterna”.

Manifestó que el nuevo año es una ocasión propicia para que la clase política dominicana apunte hacia la prudencia, la fuerza moral, la solidificación de la democracia y la reestructuración integral de cultura política, produciendo unas elecciones de medio términos ejemplares.

Clamó por un año electoral diferente sin chantajes, disfraces, sobornos, sin incitación al odio, la venganza, divisiones, calumnias, sino que se promueva y respete la dignidad humana y la transparencia.

También hizo un llamado al Poder Judicial para que ponga un máximo empeño en el freno a la corrupción, “porque este cáncer mina los valores éticos, acentuando la marginalidad, la pobreza y la violencia”.

Manifestó que la comunidad evangélica dominicana aspira a una nación inspirada en los valores del evangelio, identificada con los vulnerables, sumado al trabajo sin contemplar diferencias sociales, políticas y religiosas.

CODUE llamó a sus 5,000 iglesias, 7,000 pastores y más de un millón de feligreses a sumarse militantemente a la jornada nacional de oración y ayuno durante todo el mes de enero por el país y los grandes retos por una sociedad estable, la práctica de la justicia, que premie la eficiencia y se combata la corrupción.

Consideró prioritarios para los evangélicos y el resto de los cristianos, los valores morales y espirituales tales como la integridad, la ética individual y colectiva, el valor del trabajo y la transparencia,  a fin de que la patria pueda recuperar la armonía y crecer fuerte y saludable, deseando para todos los dominicanos un feliz año nuevo 2006.