En la playa. Cuando el sol está en lo alto y casi no proyecta sombras, es el momento en el que llega más vertical y daña más. Nunca tomes el sol más de 10 minutos la primera vez que te expongas.
Libertad para los pies
Si antes de irnos a la cama aplicamos aceite de sésamo tibio en los pies (se calientan dos cucharadas al baño María), nos damos un buen masaje y nos ponemos unos calcetines, dormiremos a piernas sueltas. Y los pies descansan.