Evitar más tragedias en nombre de las víctimas

Evitar más tragedias en nombre de las víctimas

De estas desgarradoras horas de dolor por la violenta pérdida de vidas en la madrugada del pasado 8 de abril debe derivarse, como constructiva consecuencia para la sociedad, el esclarecimiento de las causas de aquel fatídico derrumbe en la discoteca Jet Set para que uno de los más trágicos sucesos de nuestros tiempos obre como imborrable experiencia para evitar su repetición. Que tras el suceso que hoy enluta a 221 familias y a gran parte del tejido social que ha sentido como propia la calamidad, cobren vigencia y no sean mera teoría, normativas inviolables, pero asiduamente ignoradas por una cultura que tiende a dar de lado a la protección que debió rodear a quienes se congregaban festivamente antes de ser destruida su existencia. Lo funesto conecta necesariamente con inobservancias a disposiciones consagradas por ley para la prevención de daños a la integridad de las personas que asisten a actos públicos de cualquier naturaleza.

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Con sus propias palabras, y visiblemente consternado por la forma en que un lugar con peligrosas características de peligro público resultó escenario para tantas muertes, el presidente Luis Abinader afirmó categóricamente ayer que ha llegado la hora de dar respuestas a las preguntas: «¿Qué pasó?, ¿Por qué pasó? y ¿Cómo pasó?» Lo implícito es que, tras verificaciones, deben establecerse responsabilidades por vías judiciales y para reclamos de indemnización aunque la privación irrecuperable de la vida no es tasable económicamente. Los extendidos efectos mortales de este acaecer infligen heridas imborrables a deudos y a la nación. A las interrogantes planteadas por el primer mandatario debería agregarse: ¿Quién o quienes fallaron? Se desconoce si es que históricamente, las autoridades han descuidado trazar pautas a establecimientos de diversión para suprimir permanentemente toda condición riesgosa a personas que accedan a ellos. ¿Dispone el Estado de especialistas que con periodicidad inspeccionen para certificar públicamente la ausencia de fallas estructurales que puedan conducir a lo peor? Comprobar que están dotados de salidas de emergencia y sobre todo que los techos se encuentran firmemente apuntalados y libres de desquiciantes sobrecargas que los harían caer en cualquier momento.

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