Evitar un retroceso

Evitar un retroceso

La elevación de positividad, contagios e internamientos en cuidados intensivos obliga a redoblar las acciones preventivas, de vacunación y asistencia médica especializada que brindan los sectores público y privado.

En el corto plazo, la evaluación de los alcances del virus SARS-CoV-2 con tendencia al incremento de transmisión, daría motivos para endurecer restricciones que retardarían el retorno a la normalidad que apremia para los incrementos productivos incluyendo el renglón turístico que depende mucho de la imagen que proyecte el país.

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La reapertura presencial de clases, reclamada y esperada con expectación, y el proceso reactivador de otros ámbitos, deben ser protegidos con la aplicación reforzada de protocolos sin reimplantar severos recortes a horarios laborales y de actividades nocturnas.

Mostrar capacidad para la «covi-convivencia», guardando distancia, aplicando aseos y usando mascarillas.

La pandemia sigue poniendo a prueba la capacidad de resistirla. Moldea conductas de sobrevivencia, obliga a perfeccionar la atención hospitalaria, a aceptar disciplinadamente la vacuna y evitar aglomeraciones en sitios públicos.

El país tiene que adentrarse con más empeño en las medidas que contrarresten la enfermedad covid-19, focalizándola para más efectividad mientras se marcha hacia una extensa inmunización que evite gravedad y defunciones. Sin miedos paralizantes.

Los cuatreros a sus anchas

Los ladrones de ganado, que a su «agenda» agregaron sospechosamente los caballos, han estado a la orden del día de un tiempo a esta parte, sin que los productores de carne y leche hayan logrado una reacción de autoridades a la altura de los graves daños que les causan con indicios de que se trafica con un sustituto de la res de fines comestibles: la raza equina sumada al menú de familias que estarían creyendo que consumen otra cosa.

El azote de cuatreros por muchos puntos de la geografía nacional, denunciado con insistencia una y otra vez, amerita una ofensiva de orden público con persecución judicial que a ninguna jerarquía se le ocurre iniciar. Ni parecen preocupar, en el orden sanitario, la matanza y distribución clandestinas de cortes cárnicos que restan ejemplares al hipódromo y a la tracción animal.

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