Evitemos el fracaso de la Unphu

Evitemos el fracaso de la Unphu

POR CARLOS A. RODRIGUEZ N.
Hemos leído con mucho interés el artículo publicado en ese prestigioso periódico escrito por el profesor Ezequiel García Tatis con el título UNPHU: mis impresiones. Nos identificamos con los criterios del profesor. Da vergüenza y sería un escándalo nacional e internacional que el nombre del ilustre humanista de América Pedro Henriquez Ureña, fracase esta universidad en República Dominicana.

Los sectores que integran nuestra sociedad deben salir al frente para evitar que esta casa académica cierre mañana sus puertas. Los dominicanos debemos sentirnos orgullosos de Pedro Henriquez Ureña, quien junto a nuestros padres de la Patria, lo consideramos un hombre ejemplar digno de imitar para reorientar los males que limitan el desarrollo de la educación y que tanto necesita nuestro pueblo para una participación más activa en el diseño de una vida en que se reconozcan los derechos y la libertad.

La grave crisis académica y económica que en la actualidad afecta el normal desenvolvimiento de la universidad, tiene sus origen a problemas de carácter gerencial u de buenas relaciones con la Fundación Dominicana Universitaria, que se vienen acumulando desde hace años, sin la búsqueda de soluciones y la indiferencia de grupos importantes de autoridades que tienen la responsabilidad de mantener vivo el espíritu académico y la buena imagen de la universidad.

La crisis es tan aguda que ha afectado las buenas intenciones y procreado la tirantez, elementos estos, nocivos para la creación del ambiente en que fluya la disposición de la integración de todos en la búsqueda de soluciones.

Los resultados hasta ahora suman desprestigios; que buenos profesores se hayan retirado y quien todos los días registre menor cantidad de estudiantes matriculados.

Urge hacer una labor de reingeniería en la UNPHU. Aplicar en toda su dimensión el método FODA y con base a las repuestas que se obtengan tomar medidas drásticas con mucha autoridad para erradicar para siempre la enfermedad que pone en peligro la vida y misión académica que esta universidad tiene ante la sociedad.

A nuestro criterio el problema fundamental radica en la falta de gerencia universitaria. Desde sus fundación la UNPHU ha sido mal administrada, con criterio ultraconservadores, ausentes de iniciativas, falta de visión de lo que debió proyectar para poder competir con los efectos de la globalización y diversificación de los servicios universitarios.

En la tarea de actualizar los programas académicos que sustentan las carreras que actualmente ofrece se ha quedado muchos años atrás en comparación con la dinámica en que lo hacen otras universidades que le ofrecen competencia en el mercado.

En la UNPHU el Consejo Académico se ha convertido en una estructura burocrática, con la imagen de que quienes lo integran no tienen iniciativas para aportar ideas.

Los comités académicos de las escuelas y departamentos de servicios, hace años que no funcionan ni trabajan. No se hacen reuniones ni se toman en cuenta la participación de los profesores.

No existe un programa de Relaciones Públicas ni se ha elaborado un Plan de Marketing orientados a mejorar la imagen a lo interno y externo de la institución. Estudiantes, profesores y empleados se sienten disgustados por el trato y la descortesía que les ofrecen.

Con relación a la situación económica es un escándalo muy serio la mala administración que han dado a sus recursos. La universidad tiene en estos momentos endeudamiento y falta de liquidez. Lo más grave se relaciona con el uso inadecuado que han hecho de los fondos del Plan de Retiros y Pensiones de empleados y profesores y de la empresa cooperativa, esta última integrada en su mayoría por humildes trabajadores de mayordomía encargados de la limpieza.

A los jubilados por el plan de retiros y pensiones se le acumulan tres meses que no le pagan. La universidad ha utilizado estos recursos a su antojo. La deuda con el plan asciende a un monto que ronda los RD$16.0 millones. A la cooperativa de los empleados le ha usado sus ahorros en un monto de RD$2.1 millones, impidiendo que esta empresa de carácter social pueda ofrecer servicios de préstamos y comida a los empleados y profesores asociados. Estas decisiones tomadas en violación a preceptos constitucionales y legales que pueden ser objetos de demandas penales con presión correccional.

¿Quién autorizó utilizar estas sumas millonarias? ¿En qué programas se utilizaron estos recursos? ¿Cómo se administraron?

Las respuestas a estas preguntas deben darlas la Fundación y las autoridades que dirigen la universidad. Las informaciones que se ofrezcan estamos seguro contrarrestarán las malas conjeturas que en estos momentos afectan la buena imagen de esta gran universidad.

Que en bien de la universidad se hagan las investigaciones de lugar y se ofrezcan informaciones confiables.

Sobre la crisis de la UNPHU son muchas las cosas que se deben decir. Por la limitación del espacio y con el espíritu de aportar ideas para la búsqueda de soluciones, prestamos a continuaciones el siguiente plan de acción:

* Que la Fundación Universitaria sea más abierta a la integración de equipo de trabajo, modernice su teoría y principios de apoyo y rompa con la rigidez con que en la actualidad trata sus relaciones con la universidad.

* Implorar la buena voluntad de las actuales autoridades de la universidad, incluyendo su Consejo Académico, para que presenten renuncias, a fin de que permitan la integración de profesionales jóvenes con espíritu moderno sobre lo que debe ser la gerencia universitaria.

* Ordenar la ejecución de una Auditoría con la contratación de una firma externa que determine con claridad el manejo de los recursos económicos.

* Someter la situación crítica a una evaluación bajo el sistema FODA para que en base a las respuestas que se obtengan elaborar un plan estratégico de emergencia para recuperar su desarrollo.

* Crear un Comité Ejecutivo que tenga como función la administración de la crisis, con potestad de ejecutar un Plan de Marketing y de Relaciones Públicas que mejoren su imagen para la comunidad.

Estas ideas las aportamos con las mejores intenciones y con la seguridad de que si trabajamos todos unidos podemos evitar la desaparición de esta universidad que con orgullo lleva el nombre del ilustre dominicano Pedro Herníquez Ureña.

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