LA PAZ (AFP).- Evo Morales enfrenta este martes un duro desafío en su primer viaje como presidente electo de Bolivia a la rica región de Santa Cruz, donde las élites cívicas y empresariales -que siempre le han sido adversas- presionan por un negocio de explotación de hierro y el respeto a la propiedad de los latifundios.

Con las élites y empresarios de Santa Cruz, motor del desarrollo boliviano, el futuro mandatario tiene más puntos de desencuentro que coincidencias, aunque un 33% de los votos de ese departamento le favorecieron en las recientes elecciones del pasado 18 de diciembre.

Morales encontrará en la reunión con el Comité Cívico Pro Santa Cruz (CCPSC) temas muy calientes como la postergación decidida la semana pasada por el presidente transitorio Eduardo Rodríguez de una licitación internacional para la explotación del cerro Mutún, un rico yacimiento de hierro.

A un mes de transferir la presidencia, Rodríguez frenó por 60 días la licitación para explotar el reservorio de hierro, una medida que generó fuertes protestas en Santa Cruz, que amenazan con alcanzar al futuro gobierno de Morales.

“Es importante para el país, que se beneficie especialmente la región, el departamento de Santa Cruz, las zonas fronterizas con Brasil, este proceso de licitación debe continuar”, manifestó Morales.

En previsión de un primer conflicto con las élites de Santa Cruz, a poco menos de un mes de asumir el próximo 22 de enero, el futuro presidente se vio precisado a declarar que “ni Evo Morales ni el licenciado Alvaro García (su vice) hemos pedido oficialmente al gobierno central postergación de la licitación del Mutún”. El Mutún alberga unos 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de toneladas de magnesio, que representa el 70% de las reservas del mundo, según los expertos.

El ministro de Minería, Dionicio Garzón, se pronunció antes del viaje de Morales de La Paz a Santa Cruz en favor de la continuidad del proceso de licitación al que definió de “ventajoso para el país”. Sin embargo, “la mayor problemática que se puede presentar entre nuestra región y el futuro gobierno es el tema de la tierra”, según el vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Mauricio Roca.

La CAO, parte del CCPSC, mantiene fuertes divergencias con Morales aunque Roca admitió que “estamos ante la obligación y la responsabilidad de abrir espacios de diálogo para tratar de buscar puntos de coincidencia”.

Entre los temas insoslayables figura el de la realización el 2 de julio próximo de un referendo sobre autonomías pedido de manera insistente por Santa Cruz, una región que quiere una mayor independencia frente al poder central.

El líder cocalero, que se impuso en las elecciones presidenciales del domingo pasado por avasalladora mayoría absoluta, declaró que la reunión con el CCPSC se trata únicamente de una visita protocolar.

Antes de viajar a Santa Cruz, el líder cocalero se entrevistó por segunda vez en menos de una semana con el presidente Rodríguez a fin de definir detalles de la transmisión de mando.

Con los primeros planteamientos de Santa Cruz rondándole en la cabeza, Morales definió en las últimas horas una gira internacional que lo acercará primero el 30 de diciembre a La Habana donde se entrevistará con el presidente de Cuba, Fidel Castro, a quien profesa admiración pública. El 3 de enero, Morales iniciará una gira europea por España y Francia.

Posteriormente partirá a Sudáfrica donde se entrevistará con el líder pacifista Nelson Mandela.

Al retorno de esa gira, Morales hará una parada el 13 de enero en Brasil donde se reunirá con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Morales, que acumuló una arrolladora mayoría de votos en los comicios, será investido el 22 de enero en La Paz para un mandato de cinco años.