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LA HABANA,(AFP) .- Los presidentes de Cuba, Fidel Castro, de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez, sellaron este sábado en La Habana un tratado comercial y acuerdos de integración política, en oposición a las iniciativas comerciales de Estados Unidos en América Latina.
Los gobernantes, los tres de la región con retórica más fuerte contra Washington, suscribieron el Tratado Comercial de los Pueblos (TCP), iniciativa lanzada por Morales como alternativa a los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
El acuerdo compromete a Venezuela a ampliar el suministro de crudo, gas refinado y asfalto a Bolivia, y a la colocación de toda la exportación de soja boliviana en los mercados cubano y venezolano, indicaron los mandatarios en rueda de prensa.
El TLC es un mecanismo de imposición y de coloniaje, y nuestro petróleo es un instrumento de liberación y cooperación, dijo Chávez, al señalar que toda la experiencia de su país en materia energética está a la orden de Bolivia.
Justo cuando este sábado se cumple un año de la firma de los acuerdos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que impulsan Caracas y La Habana frente al ALCA que promueve Estados Unidos, Morales firmó la adhesión de Bolivia a la iniciativa.
El ALBA avanza y ante la agresión del proyecto imperial del TLC, no nos queda más remedio que atacar, expresó Chávez, a lo que Castro añadió: La mejor defensa es el contraataque y eso lo que hemos hecho nosotros.
Morales dijo que esto va a ayudar para que Bolivia salga de la crisis económica. Sólo en Cuba y Venezuela podemos lograr apoyo incondicional, añadió. Un multitudinario acto por el primer aniversario del ALBA está previsto para la tarde del sábado en la Plaza de la Revolución, con la presencia de los tres presidentes, de miles de estudiantes de medicina, cuerpo diplomático y líderes de movimientos sociales.
El ALBA, que según Castro y Chávez cobra fuerza tras la derrota del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (Argentina) el año pasado, permitió un creciente intercambio bilateral, sobre todo la venta de petróleo venezolano y la cooperación médica cubana.
La cumbre se realiza en momentos en que la Comunidad Andina de Naciones (CAN), formada por Venezuela, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador, atraviesa por una profunda crisis debido a que Caracas decidió retirarse.
Chávez rompió con la CAN por considerar que Lima y Bogotá la hirieron de muerte al pactar sus TLC con Washington, a los que llama alquitas y que a su juicio son incompatibles con la integración regional.
Los sistemas de integración que han existido en América Latina ninguno nos ofrece la posibilidad de conformar la integración que necesitamos, porque esos esquemas en lugar de ser integradores, han sido desintegradores, dijo Chávez.
Reiteró que Venezuela ya no es miembro de la CAN porque ahí no hay nada que buscar porque fue hecha para favorecer a las oligarquías.
Su decisión calentó el clima político sudamericano. Los otros países de la CAN han fustigado al presidente venezolano por desestabilizar y desmembrar a la región.
En este contexto, la alianza de Bolivia con Venezuela y Cuba inquieta aún más a algunos gobiernos y sectores de la región, pues Morales, pese a que pidió al presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva interceder para evitar el descalabro de la CAN, no descarta seguir a Chávez.
Con un pie en el Mercosur, que forman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Venezuela buscaría con su retiro de la CAN cimentar su ingreso a ese organismo, cuyos miembros son menos aliados de Washington que las naciones del grupo andino, señalan algunos analistas.
El Mercosur debe ser reformateado, reformulado, si queremos una integración verdadera, donde se respete la simetría, donde se favorezca a los que tienen más dificultades, dijo Chávez.
Al encuentro se unió el candidato presidencial sandinista Daniel Ortega, acusado por los liberales de derecha de Nicaragua de ayudar a Chávez a propagar su revolución a través del ALBA.
