LA PAZ (AFP).- El nuevo presidente de Bolivia, el cocalero Evo Morales, designó ayer, lunes, un gabinete ministerial con muchas caras nuevas, integrado por 16 políticos, técnicos, indígenas y sindicalistas, con la misión de acabar con el modelo neoliberal, recuperar los hidrocarburos y unir a un país amenazado por deseos autonómicos en algunas regiones.

Un día después de asumir la Presidencia, Morales juramentó en el Palacio Quemado a lo que llamó su «gabinete de cambio», al que encomendó cumplir con el «mandato del pueblo para cambiar el modelo neoliberal y en democracia resolver los problemas estructurales y problemas sociales».

«La política es la ciencia de servir al pueblo, no vivir del pueblo. Quiero pedirles personalmente, a nombre del pueblo, cero corrupción, cero burocracia. Tenemos la tarea de dignificar a la política», dijo el mandatario en el acto, al que acudió con su informal suéter rojo con rayas azules y blancas.

En el equipo de gobierno destacan la designación como canciller del indígena David Choquehuanca, sin trayectoria diplomática, pero cercano a Morales y quien, además de dominar varios idiomas, tiene nexos con ONGs de Europa.

Incluyó en el gabinete a dos oriundos de Santa Cruz, el empresario Salvador Riece y el abogado socialista Hugo Salvatierra, encargados de las importantes carteras de Servicios y Obras Públicas, y de Asuntos Indígenas. La relación de Morales con Santa Cruz será clave pues esa región, la más rica del país, pide desde comienzo del 2005 una mayor autonomía frente al poder central, e inclusive allí grupos minoritarios hablan directamente de separarse de Bolivia.

La estratégica cartera de Hidrocarburos fue confiada al abogado y periodista Andrés Soliz Rada, un luchador de izquierda por los recursos naturales y quien llevará la sensible relación con las petroleras.

Morales, que asume el poder de Bolivia con el apoyo del Congreso (84 legisladores de 157), ha prometido que sin afectar los bienes de las petroleras, nacionalizará los hidrocarburos, para que los bolivianos se beneficien de su mayor riqueza, el gas, en medio del temor de las empresas extranjeras de ser expropiadas.

Como ministro de la Presidencia nombró al sociólogo Juan Ramón Quintana; en el Ministerio de Defensa al abogado Walker San Miguel; en Hacienda al economista Luis Alberto Arce; en Educación a Félix Patzi; en Salud a Nila Heredia; en Trabajo a Santiago Galvez Mamani; en Justicia a Casimira Rodríguez; todos con escasa o ninguna trayectoria en la política.

A cargo de la producción, Morales designó al economista de izquierda Carlos Villegas como ministro de Desarrollo Sostenible, quien deberá ejecutar el programa de sustitución del modelo neoliberal por el de una economía mixta.

El gobierno de Morales pretende construir un «Estado fuerte» en lo económico y social, revisando la política de privatizaciones y replanteando los acuerdos de libre comercio.