Evo Morales enfrenta reto cumplir muchas esperanzas

Evo Morales enfrenta reto cumplir muchas esperanzas

LA PAZ (AFP).- La llegada a la Presidencia boliviana del líder cocalero Evo Morales representa un triunfo de la izquierda latinoamericana y un gran desafío para el nuevo mandatario, que deberá satisfacer las enormes expectativas que ha generado entre pobres e indígenas, lidiar con las petroleras y manejar su difícil relación con Estados Unidos.

Morales ganó el domingo la elección presidencial boliviana con una apabullante diferencia sobre su seguidor, el ex presidente Jorge Quiroga, y debe recibir el mando del presidente Eduardo Rodríguez el 22 de enero.

A falta de datos oficiales -dado el insólito retraso de la Corte Nacional Electoral que recién el martes dará la contabilidad final- las consultoras privadas señalaron que el líder campesino tuvo un 51% de votos, lo que le otorgaría el triunfo en primera vuelta.

Pero aún si en el resultado final baja del 50% y su elección debe ser confirmada en una elección parlamentaria, tiene la fuerza suficiente para imponerse sin necesidad de alianzas ni negociaciones.

De manera que la victoria de Morales es ya un hecho consumado en Bolivia, donde este lunes se saludó con alivio la contundencia de su triunfo, porque puede darle una legitimidad que no han tenido varios de los gobiernos previos.

Sin embargo las preocupaciones afloraron casi de inmediato sobre la capacidad de maniobra que tendrá Morales en un país que en los últimos meses ha saltado de crisis en crisis y que ha obligado a la renuncia de dos presidentes desde 2003. Su principal problema, paradójicamente, no será la oposición sino de los mismos movimientos sociales que le han acompañado en pasadas luchas.

No ha pasado un día desde que se conoce que será presidente y ya Morales recibió de una poderosa central de sindicatos un plazo de 180 días para cumplir sus promesas electorales.

La primera acción de Morales debe ser «nacionalización (de los recursos hidrocarburíferos) sin indemnización y para eso no se necesita ir a consultar a Washington o con el presidente de Brasil sino simplemente aplicar el mandato de la Constitución», advirtió Jaime Solares, el radical líder de la unitaria Central Obrera (COB).

«Que no me vengan a decir que necesitan estar un año, dos años ni siquiera seis meses» para abordar el tema, amenazó Solares.

«Reconstituir confianza no va a ser fácil», opina el analista Cayetano Llobet, para quien Morales puede quedar prisionero entre el discurso que mantuvo como candidato y la realidad que encontrará como presidente.

«Va a estar en el centro de una gran contradicción entre las exigencias de una sociedad globalizada con reglas de juego, y la presión de su propia gente por las expectativas que ha generado durante todos estos años y que le puede cobrar la factura», dice.

El frente externo también es complicado: en su discurso de victoria Morales recalcó que había recibido las felicitaciones de los presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Luiz Inacio Lula Da Silva (Brasil) y Hugo Chávez (Venezuela), pero esa sensación de protección regional no oculta la mirada desconfiada de Estados Unidos y menos aún la de las multinacionales del gas que operan en Bolivia.

Estados Unidos ya dejó claro que el problema con Morales no es ni su discurso antiimperialista ni su relación con Chávez, sino la forma de abordar la lucha antidrogas.

Pero Morales también ha sido claro: para él la hoja de coca debe ser legal, aunque habla de «cero narcotráfico y cero cocaína».

«Para Estados Unidos esta victoria de Evo Morales constituye un problema. Se clausura un ciclo de domesticación de los gobiernos, que relegaban intereses del Estado boliviano, y esto va a generar tensión», dijo a la AFP el experto en seguridad Juan Ramón Quintana.

En el tema del gas lo que haga el dirigente es una incógnita porque su discurso ha tenido muchos cambios. Este lunes dijo en una rueda de prensa en la central Cochabamba que su gobierno «no confiscará ni expropiará» las concesiones de las multinacionales petroleras pero que hará cumplir una ley que les impone un impuesto de 50%.

El gobierno «va a ejercer el derecho de propiedad. Eso no significa confiscar ni expropiar bienes de las transnacionales» petroleras, afirmó Morales durante una conferencia de prensa este lunes.

La preocupación es la norma entre las 26 empresas petroleras que trabajan en Bolivia. En Madrid, la española Repsol, una de las principales operadoras en Bolivia tuvo una baja en sus acciones en Bolsa, y los analistas consideran que esto se debió al triunfo de Morales.

Para frenar soberbia EU
BUENOS AIRES (AFP).- El líder indígena Evo Morales, ganador de las elecciones presidenciales de Bolivia, se propone estrechar relaciones con los países latinoamericanos, para fortalecer un movimiento político que frene «la soberbia» de Estados Unidos, dijo ayer a una radio de Buenos Aires.

«Vamos a ir fortaleciendo un movimiento político en Latinoamérica que pueda frenar la soberbia del imperialismo norteamericano», dijo a la porteña Radio Continental. Morales dijo que mantendrá relaciones bilaterales con Estados Unidos, las que «están bien», y se comprometió a «proteger la diversidad económica y las inversiones extranjeras en el país».

No obstante, expresó su deseo de que «el presidente George W. Bush respete esta voluntad soberana del pueblo (boliviano)», manifestada tras «generaciones de chantajes, condicionamientos y sometimientos financieros».

Morales advirtió que hará «respetar la soberanía de Bolivia», para lo cual espera frenar «cualquier intromisión, cualquier imposición del gobierno de los Estados Unidos».

«Nosotros, los indígenas, decíamos que sería bueno acompañar esta lucha antineoliberal, antimperialista. Vamos a incorporar fuertemente el tema indígena en Latinoamérica», indicó.

El dirigente que obtuvo un 51% de los votos, según encuestadoras, expresó su anhelo de coordinar su gobierno en particular con los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez.

El dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS) dijo que su gobierno tendrá «una estrecha correlación y coordinación con el gobierno de Kirchner, de Lula, de Chávez. Es importante tener relaciones con Estados Unidos, pero es más importante dignificar Latinoamérica».

Morales expresó además que Bolivia ampliará el mercado de gas hacia Argentina, aunque priorizará la cobertura del mercado interno y las necesidades de los bolivianos.

«No cambia casi nada. En todo caso, primero vamos a priorizar cómo obtener el gas domiciliario en Bolivia. Resuelto este tema, vamos a mejorar, ampliar el mercado hacia Argentina», insistió.

Agregó que «lo que cambiará, es que el negocio del gas no sea de transnacional a transnacional, sino que sea de Estado a Estado».

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