Evo quiere negociar coca en Argentina

Evo quiere negociar coca en Argentina

LA PAZ (AP) .- El presidente Evo Morales anunció el sábado que pedirá a su homólogo Néstor Kirchner el libre comercio de la hoja de coca en el norte de Argentina como parte de su campaña para lograr la despenalización de ese cultivo.

Durante una concentración con cocaleros de Irupana, a 151 kilómetros al noreste de La Paz, explicó que la coca tiene un amplio consumo en regiones de ese país, donde no está penalizada pero su comercio es restringido.

«Quiero que me acompañen para pedirle al presidente Kirchner que el comercio sea legal y no de contrabando’’, dijo ante más de cinco mil cocaleros que se concentraron en el lugar.

Morales y Kirchner tienen previsto reunirse el 29 de junio para cerrar un acuerdo sobre el nuevo precio del gas que Bolivia vende a ese país y definir un contrato de largo plazo para la exportación del carburante.

No está acordado el lugar del encuentro pero el viernes el vicepresidente Alvaro García Linera anticipó que los dos mandatarios podrían reunirse en la ciudad de Potosí, al sur de La Paz.

Morales también dijo que el 13 de agosto llevará hasta Cuba un pastel de coca para celebrar los 80 años del presidente Fidel Castro.

Para el mandatario, la mejor forma de «convencer a los presidentes de Latinoamérica, Europa y Asia a que apoyen la propuesta de despenalización internacional de la coca’’ es industrializando la planta para mostrar sus otras bondades.

Desde los años 60, la hoja que es materia prima de la cocaína forma parte de una lista de sustancias prohibidas por la ONU.

«Es posible que no ganemos plata con la industrialización pero servirá para demostrar al mundo que la coca no sólo sirve para la cocaína’’, dijo.

Debido a demoras en la construcción de la infraestructura, el mandatario no pudo inaugurar el sábado dos plantas para la fabricación de infusiones de coca como estaba anunciado, pero anunció que Venezuela y Cuba cooperarán a su gobierno «con casi un millón de dólares’’ para esas tareas.

Una ley permite la siembra legal de 12.000 hectáreas del arbusto para consumos alimenticios, medicinales y rituales de amplia práctica en Bolivia. Al margen hay 15.700 hectáreas ilícitas que deben ser erradicadas.

Pero Morales ha señalado que no forzará a los campesinos y que la destrucción de los cocales excedentes será voluntario.

El gobierno estadounidense, que apoya los programas de erradicación y sustitución de ese cultivo, cuestionó el lento avance en esas tareas desde que Morales llegó al gobierno en enero pasado.

El mandatario indígena todavía es líder de los cocaleros del Chapare en el centro de Bolivia desde donde saltó a la política. 

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