LA PAZ, (AFP) – El presidente Evo Morales y nueve prefectos -entre ellos seis opositores- retoman hoy un diálogo para desactivar la aguda crisis política en Bolivia, aunque mantienen sus hondas divergencias sobre la nueva Carta Magna y los gobiernos regionales autónomos.
El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, confirmó en las últimas horas que «está ratificada la reunión este lunes» en la noche en el presidencial palacio Quemado en La Paz, una semana después de iniciado el acercamiento.
Morales y los gobernadores opositores de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cochabamba y La Paz, así como los oficialistas de Oruro, Potosí y Chuquisaca, comenzaron hace una semana una fase de diálogo para buscar consensos sobre temas que han polarizado al país.
La administración de La Paz y los departamentos opositores mantienen divergencias profundas sobre la nueva Carta Magna, aprobada por el oficialismo en la Asamblea Constituyente sin debate ni consenso, mientras las regiones rebeldes (excepto La Paz) impulsan sus estatutos para conformar gobiernos territoriales autónomos.
Durante una semana, equipos técnicos del Poder Ejecutivo y las prefecturas han discutido en la sede de gobierno esos dos controversiales asuntos, además de ajustar una ley que reduce los presupuestos de las provincias para financiar una pensión vitalicia anual para todos los ancianos. Sin embargo, el ministro Rada aseguró que en ningún momento ha estado en riesgo el diálogo.