SANTIAGO (AFP).- La cuantiosa fortuna que el ex dictador chileno Augusto Pinochet amasó en el extranjero tendría su origen en el narcotráfico, según acusó uno de sus ex colaboradores más cercanos, el jefe de su temida policía secreta, Manuel Contreras, en una denuncia que el Ejército se comprometió a investigar.

Contreras dijo en un interrogatorio judicial que Pinochet organizó una red de fabricación y venta de drogas que le dio jugosos dividendos junto al menor de sus cinco hijos, Marco Antonio, y al empresario de origen sirio, Edgardo Bathich.

Esa red sería el origen de la suculenta fortuna que el ex dictador y su familia mantuvieron oculta en bancos extranjeros, con depósitos hasta ahora contabilizados en más de 27 millones de dólares, de acuerdo a la versión de Contreras.

La denuncia fue revelada este domingo por el estatal diario La Nación y confirmada luego por el abogado de Contreras -ex director de la temida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA)-, Fidel Reyes.

“Las declaraciones que hace mi patrocinado descansan en hechos ciertos, y si él afirma lo que ha afirmado, es porque es verdad”, señaló el jurista, que defiende a Contreras en más de una decena de causas por crímenes de lesa humanidad que lo mantienen preso desde enero de 2005.

El abogado negó que la denuncia se deba a una venganza de su cliente en contra de Pinochet, que lo ha acusado a él de ser el principal responsable de las violaciones a los derechos humanos atribuidas a su régimen, que dejó un saldo de más de 3.000 víctimas. “Venganza jamás, la verdad siempre; aunque duela”, dijo Reyes.

La denuncia será investigada por la justicia, según dijeron la presidente Michelle Bachelet y el comandante en Jefe del Ejército, Oscar Izurieta. “Lo que corresponde es que opere la justicia y se haga todo lo que se tiene que hacer al respecto”, dijo la mandataria. “Este es un tema que la justicia debe investigar”, señaló por su parte Izurieta.

De acuerdo a la versión judicial que entregó Contreras al juez Claudio Pavez, que investiga el crimen del coronel del Ejército chileno Gerardo Huber en 1991, la red comandada por el hijo de Pinochet y Edgardo Bathich fabricaba un tipo especial de cocaína, conocida como “negra o rusa”, por ser imperceptible al olfato.

La droga era elaborada en una de las dependencias del Ejército de la comuna de Talagante por el ex químico de la DINA, Eugenio Berríos, asesinado en extrañas circunstancias en 1993 en Uruguay.

La producción era enviada luego a Estados Unidos y Europa, donde un pariente de Bathich, el famoso traficante internacional de armas y drogas Monser Al Kassar, la distribuía y posteriormente depositaba las remesas en las distintas cuentas que Pinochet mantuvo en bancos extranjeros.

El coronel Huber, cuya muerte investiga el juez Pavez, habría estado al tanto de las operaciones y por eso fue silenciado, según dijo Contreras al magistrado, de acuerdo a la versión del estatal diario La Nación.

Las primeras cuentas bancarias de Pinochet y su familia en el exterior fueron descubiertas hace dos años en el Riggs Bank de Washington, por una comisión del Senado estadounidense que investigaba operaciones de lavado de dinero para financiar organizaciones terroristas.