SANTIAGO, Nov 7 (AFP) – El ex presidente peruano Alberto Fujimori, quien es solicitado por la justicia de su país, fue detenido la madrugada del lunes en Santiago de Chile, según fuentes policiales chilenas.

   La detención fue confirmada en Lima por el canciller peruano, Oscar Maúrtua, quien indicó que Fujimori, de 67 años, fue trasladado desde el hotel Marriott, donde se hospedaba en la capital chilena, a la Escuela de la Policía de Santiago «en calidad de arrestado».

   La orden de arresto fue dictada por el juez Orlando Alvarez, designado por la Corte Suprema de Justicia para estudiar la extradición del ex mandatario que Perú pidió a Chile la noche del domingo.

   Agentes de la policía civil de Investigaciones llegaron hasta el Hotel Marriott, en la zona este de la capital chilena, y cumplieron la orden sin que opusiera resistencia, indicaron las fuentes.

   Los mismos agentes lo trasladaron pasadas las 02H30 locales (05H30 GMT) hasta la escuela donde se forman los detectives de este cuerpo policial, en la avenida Pajarios, al oeste de la ciudad.

   «El detenido permanecerá aquí hasta que sea llevado ante el juez que estudiará la extradición», dijo un informante.

   Tras una escala en México, Fujimori llegó sorpresivamente el domingo a Santiago en vuelo privado procedente de Tokio, donde estaba refugiado desde noviembre de 2000.

   En un comunicado que entregó su oficina de prensa en Lima, el propio ex mandatario (1990-2000) confirmó su llegada a Santiago a las 13H30 locales (16H30 GMT) del domingo y su propósito de retornar al Perú.

   «Es mi propósito permanecer temporalmente en Chile como parte del proceso de mi retorno al Perú y cumplir con el compromiso adquirido con un importante sector del pueblo peruano que me ha convocado para que participe como candidato a la presidencia de la República para los próximos comicios del 2006», según la nota.

   El viaje de Fujimori se produjo mientras Perú se aprestaba a recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para lograr la extradición que había planteado sin éxito hasta ahora ante las autoridades de Japón.

   Durante la noche el primer ministro peruano, Pedro Pablo Kuczynski, señaló que el embajador de Perú en Santiago, José Antonio Meier, había entregado una nota oficial al gobierno chileno solicitando «la detención preventiva por motivos de extradición del ciudadano prófugo de la justicia peruana Alberto Fujimori».

   También dijo que el gobierno enviará este lunes una misión de alto nivel a Santiago, que estará presidida por el procurador anticorrupción, Antonio Maldonado, y otras autoridades judiciales.

   Mientras tanto, la candidata oficialista a la presidencia de Chile, Michelle Bachelet, rechazó la presencia de Fujimori en su país. «Yo me pregunto como todos los chilenos: ¿qué vino a hacer este señor a Chile?», dijo Bachelet, ex ministra de Defensa y favorita para ganar la elección de diciembre próximo.

   Paralelamente en Lima, unas 1.500 personas manifestaron a favor del ex presidente. En esa reunión se pasó un video grabado en el cual Fujimori virtualmente inicia su campaña electoral.

   Otro centenar de personas, protestaron frente a la residencia del embajador de Chile al grito de «hermanos chilenos, devuelvan al ladrón».

   Fujimori anunció hace algunos días que preparaba una estrategia para regresar a su país y presentarse como candidato a la elección del 9 de abril de 2006.

   Eso a pesar de que Perú pidió formalmente a Japón su extradición como autor intelectual de asesinatos durante su administración y por el pago indebido de 15 millones de dólares a su ex asesor de Inteligencia Vladimiro Montesinos.

   La llegada de Fujimori en la tarde del domingo tomó por sorpresa al gobierno del presidente chileno Ricardo Lagos, en medio de un conflicto diplomático con Lima por una ley vigente desde el sábado que estableció las líneas de base del dominio marítimo de Perú.

   «Nos tomó por sorpresa porque no lo esperábamos y estábamos en una etapa delicada en la búsqueda de una solución diplomática a nuestras diferencias con Perú», dijo una alta fuente de la Presidencia a la AFP.

   Fujimori huyó a Japón en noviembre de 2000, cuando aún era presidente, en medio de una ola de acusaciones de corrupción por las que el gobierno lo requiere judicialmente.

   En Japón, el gobierno mantenía oficialmente el lunes un silencio absoluto. «El Gobierno japonés no está en posición de comentar este asunto», dijo el Secretario general y portavoz del Ejecutivo, Shinzo Abe, en una rueda de prensa en Tokio.

   Según la agencia de prensa Jiji, el Gobierno japonés «aparentemente no fue informado de antemano» de la salida de Fujimori y su embajada en Lima «se vio de repente sumida en una actividad frenética» para recabar información sobre lo que estaba sucediendo.