BOGOTA (AP).- Fernando Araújo, que recién escapó tras seis años cautivo de la guerrilla de las FARC, fue designado canciller ayer, lunes, como sustituto de María Consuelo Araújo, quien renunció luego del encarcelamiento de su hermano por presuntos vínculos con paramilitares.

Un lacónico comunicado de la Presidencia informó que se «ha designado ministro de Relaciones Exteriores al doctor Fernando Araújo Perdomo, ciudadano reflexivo quien ha sufrido en su propio ser la tragedia nacional, en cuya superación estamos empeñados’’.  El canciller designado expresó en entrevista con radio RCN que el presidente lo llamó el domingo en la noche para ofrecerle el cargo.

«Le pedí que me dejara meditarlo al menos por la noche, lo conversé con mi familia que me brindó su apoyo y temprano lo llamé para confirmarle’’, agregó.

Araújo, que no es familiar de la canciller saliente, fue secuestrado en el 2000 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) poco después de verse implicado en un escándalo de corrupción por la adquisición de tierras en la caribeña ciudad de Cartagena por el que renunció al cargo de ministro de Desarrollo del presidente Andrés Pastrana.

Al ser interrogado sobre las acusaciones de corrupción, Araújo manifestó que no tenía cuentas pendientes con la justicia porque los delitos que le imputaban habían caducado. No obstante, esos cargos nunca los aclaró ante la justicia.

Araújo escapó el 31 de diciembre de su cautiverio, en medio de un ataque militar al campamento guerrillero en el que permanecía y que las autoridades dijeron tenía como propósito su liberación en la zona montañosa de los Montes de María, al norte de Bogotá.

Con 51 años, pasó cinco días caminando, apartado de pobladores por miedo a que lo delataran y entregaran a la guerrilla y se guió siguiendo el trazo de un gasoducto hasta San Agustín, un poblado a unos 570 kilómetros al norte de Bogotá, en donde se entregó a tropas militares.

La ministra Araujo anunció su renuncia por la mañana exponiendo que «me voy porque no estoy atada a ningún cargo, pero en cambio, veo claramente la necesidad de que el proceso judicial esté libre de interferencias’’.

El senador Alvaro Araujo y el padre de la canciller, Alvaro Araujo Noguera, están implicados en una investigación que desarrolla la Corte Suprema de Justicia sobre los presuntos vínculos de jefes paramilitares con la clase política del país.

Manifestó que tiene «la certeza de la inocencia’’ de sus familiares. Araujo está casada con un fotógrafo de AP.

El presidente respaldó el viernes a la Canciller saliente a pesar del encarcelamiento de su hermano.

Analistas veían en la permanencia de Araujo un innecesario desgaste de la imagen del país.

El presidente del partido de la U, el principal en la alianza gubernamental, Carlos García, consideró que «era la decisión apropiada y conveniente… sobre todo que ahora se escuchan voces de inquietud en el congreso de Estados Unidos’’ por el escándalo.

El analista León Valencia, director de una entidad privada que estudia la coyuntura política, opinó que el nominado a sucederla «es una persona con muchos cuestionamientos. A Uribe parece ser que no le queda un círculo de confianza o tomó esta decisión con muy mal ojo’’.

«Las fantasmas de su pasado volverán’’ aunque quizás «tendrá un buen recibimiento por la comunidad internacional, pero en poco tiempo volverá a ser cuestionado’’, agregó Valencia.

El senador Germán Vargas Lleras, del partido Cambio Radical afín a Uribe, expresó que «sin duda (Araújo) es un testigo de un tema que hace parte de la agenda internacional de Colombia’’, añadió.

El senador izquierdista Gustavo Petro dijo que «el único problema (con la designación) es que sigue estando atravesada en las relaciones internacionales la guerra interna de Colombia’’.

La investigación del escándalo en el que se vieron implicados los familiares de la ex canciller sigue su curso en la Corte Suprema, a la que casi a diario comparecen congresistas con supuestos nexos con paramilitares; el lunes fue turno del senador Reginaldo Montes, otro aliado del presidente.

Claudia López, investigadora de la injerencia paramilitar en la política colombiana, manifestó que «es predecible que el número de implicados en la crisis siga aumentando’’, pues falta hurgar en otros regiones pues «hasta ahora solo hemos visto a los departamentos de la costa’’.