El Salón de la Fama del Deporte Romanense elevó a la condición de inmortales a 12 ciudadanos que en sus respectivas disciplinas y épocas encumbraron a la cúspide del deporte nacional y provincial.

Los exaltados fueron Juanita King Sandoval, en atletismo; Pedro Mateo, en karate; Héctor Julio Ávila y Melvin Estrella de León, ambos en boxeo; José A. Mejía (softbol), Moisés Michell (baloncesto), Arsenio Michell (lucha olímpica), Alexis Pepén (tenis de campo) y Mario Rosario, en béisbol.

Asimismo, entraron por la puerta grande de la inmortalidad Juan Báez, un notable juez internacional de boxeo profesional y destacado cronista deportivo, Ramón Isidro del Rosario y Juan Ramón Rivera, todos en calidad de propulsores.

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Ávila fue representado por su hijo del mismo nombre y como edecán estuvo la joven Giovanny Avila. Báez tuvo edecán a su hijo, el doctor y narrador deportivo Juan Julio Báez.

Mario Del Rosario y Ramón Isidro Rosario desfilaron acompañados por Nicaury López.