Los dominicanos Jorge Bell y Ernesto Monchín Pichardo serán exaltados hoy en
el octavo ceremonial del Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe que será realizado al mediodía en Santo Domingo, horas antes de que inicie aquí el clásico caribeño de 2004.
La Serie del Caribe se realizará en el estadio Quisqueya de la capital dominicana con la participación de los campeones de los torneos de béisbol invernal de Puerto Rico, Leones de Ponce; Venezuela, Tigres de Aragua; México, Tomateros de Culiacán, y República Dominicana, Tigres del Licey.
Los jugadores puertorriqueños Luis Rodríguez Olmo (El Jíbaro) y Carmelo Martínez, el cubano Diego Seguí y el dominicano George Bell serán exhaltados al Salón de la Fama de la Serie del Caribe, fundado en 1996 por la Confederación de Béisbol del Caribe.
El directivo dominicano Ernesto-Monchín-Pichardo también será elevado a la inmortalidad durante una ceremonia que se se realizará en el Teatro Nacional de Santo Domingo.
«El ceremonial se ha convertido en uno de los actos más emotivos de la Serie del Caribe y este año no será la excepción», dijo Juan Francisco Puello Herrera, Comisionado de Béisbol del Caribe.
«El Jíbaro» Olmo fue el Jugador Más Valioso del clásico de 1951 en Caracas, cuando ayudó a que Santurce ganara la corona. En esa serie bateó .416 con tres jonrones y nueve carreras remolcadas.
Olmo bateó .303 y remolcó 13 carreras en tres visitas a la Serie del Caribe con Santurce, Caguas y San Juan.
Mientras, Martínez ha sido uno de los más auténticos jonroneros que ha pasado por el clásico caribeño. Participó en seis ediciones de ese evento y bateó .277 con 10 jonrones, 30 carreras remolcadas y 23 anotadas.
Martínez, quien representó a Puerto Rico con cuatro equipdos diferentes, es el segundo mejor jonronero de todos los tiempos en Series del Caribe, detrás del venezolano Tony Armas, quien conectó 11 bambinazos.
Seguí participó en cuatro Series del Caribe de la segunda etapa como jugador refuerzo de la liga de Venezuela y tuvo marca de 4-0, efectividad de 3.27 y 34 ponches en 25 entradas.
En 1973, jugando con los Leones de Caracas, blanqueó 2-0 al equipo de Puerto Rico con un total de 15 ponchados.
Bell apenas participó en dos ediciones del evento, pero dejó constancia de su poderío al batear sobre los 400 puntos. En 1980 pegó cuatro jonrones y en 1985 fue factor decisivo cuando ayudó a los Tigres del Licey a conquistar el título en Mazatlán, México.
Pichardo fue uno de los más auténticos hombres del béisbol caribeño en los últimos 50 años.
Se integró al Licey como socio en 1954, y estuvo en ese club en labores dirigenciales, incluso como presidente, por más de 40 años. En su historial de las Series del Caribe, fue responsable directo de la conquista de seis títulos caribeños por parte del Licey. Bajo su presidencia Licey fue campeón en los años 1971, 73, 74, 80, 85 y 91.