“Lo último que se pierde es la esperanza”, dijo ayer el ex banquero Ramón Baéz Figueroa, condenado en 2007 a 10 años de prisión por el fraude del Banco Intercontinental (Baninter),  al ser entrevistado luego de que el juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal, Willys de Jesús Núñez, se reservara para el 15 de este mes el fallo sobre una solicitud de libertad condicional interpuesta por el interno. Durante la audiencia, no se opusieron a la puesta en libertad  ni el Ministerio Público, representado por el procurador de la Corte de Apelación de esa demarcación, Jesús Fernández Vélez, ni los juristas Carlos  Salcedo y José Lorenzo Fermín, abogados de la autoridad monetaria y financiera.

   En tanto, el abogado de la defensa, Santiago Rodríguez, dijo que su cliente cuenta con los requisitos  para ser favorecido con la solicitud, entre ellos poseer  un garante, siendo presentado a tales fines  Ramón Báez Romano, padre del exbanquero, además de haber cumplido más de la mitad de la pena en prisión. El interno lleva ya cinco años y nueves meses en la cárcel. En sus conclusiones, el Ministerio Público señala que en virtud de  que Báez Figueroa ha resarcido a los actores civiles, el Banco Central, la Superintendencia de Bancos y la Comisión de Liquidación Administrativa del Baninter, no hace oposición a la libertad formulada, pero en cambio, favorece que se le coloque impedimento de salida del país y prohibir las visitas a restaurantes y otros lugares de expendio de bebidas alcohólicas.