ASUNCIÓN,  (EFE).- La liberación del ex general golpista Lino Oviedo sacudió ayer el escenario político paraguayo en momentos en que la oposición y el oficialismo se aprestan a definir sus candidatos presidenciales para los comicios generales del 20 de abril de 2008.

La Justicia Militar resolvió “hacer lugar” al hábeas corpus presentado por los abogados de Oviedo y decretó su inmediata libertad condicional con la única restricción de no abandonar el país, por haber cumplido más de la mitad de los 10 años de cárcel por la intentona golpista de 1996.

Oviedo, de 63 años, lidera la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE), organización con representación parlamentaria creada por el ex jefe del Ejército al margen del Partido Colorado, que gobierna Paraguay de forma ininterrumpida desde hace 60 años. “Me liberaré y gobernaré Paraguay”, dijo Oviedo en tono enérgico durante un improvisado mitin en guaraní en la plaza frente a la Basílica de la Virgen de Caacupé, en la localidad de mismo nombre, a 54 kilómetros de Asunción, ante miles de seguidores de su partido.

Al abandonar la prisión militar de Viñas Cué, a las afueras de la capital, Oviedo se sumó a una caravana de cientos de sus seguidores.