Exceso de impuestos: Ilustrado en dos historias

Exceso de impuestos: Ilustrado en dos historias

1-Revolución francesa 

La Revolución Francesa de 1789 fue el fenómeno que más trascendencia tuvo en la Europa del siglo XVIII.

Fue tal su importancia que marca el inicio de la historia contemporánea.

Desde el punto de vista político supone la eliminación del antiguo régimen y la monarquía absoluta fue sustituida por la parlamentaria o, incluso, por la República.

En general supone el ascenso al poder de la burguesía.

En lo social se rompe con la división estamental porque fueron  abolidos los privilegios de la  nobleza y el  clero, el campesino liberado de la servidumbre.

Esto no debe llevar a engaños, ya que el grupo social más favorecido fue la burguesía.

En lo económico se acabó  con el antiguo régimen debido a que al llegar la burguesía al poder impone como principios fundamentales los del liberalismo económico (iniciativa individual de que  el Estado no debe participar en economía; vino  la ley de la oferta y la demanda  que reguló  el mercado…) aunque las causas de  la Revolución Francesa fueron múltiples: políticas,  ideológicas y  sociales.

Para la mayoría de los historiadores las causas económicas fueron las determinantes. Desde este  ángulo toman la clave para explicar el inicio de la revolución.       

A finales del Siglo XVIII Francia sigue anclada  en el antiguo régimen. El  rey gobernaba sin contar con nadie, seguía teniendo todo el poder político y

Lo justificaba a través de argumentos religiosos, en un sistema que era anacrónico.

Ante este sistema anquilosado, la nobleza y la iglesia (estamentos no productivos) se alejaron  de la monarquía porque ésta cuestionaba  su privilegio de no pagar impuestos.

El campesinado se ve sacudido por la crisis y la burguesía, aprovechando la situación, aspira a imponer un nuevo modelo de sociedad, de economía y de gobierno de acuerdo con los principios de los ilustrados.

El rey se encuentra solo y era evidente que el antiguo régimen tenía sus días contados. Para colmo, Luís XVI  era un rey indeciso y de carácter débil. 

La Iglesia pagaba una cantidad voluntaria llamada don gratuito (regalo gratuito) que era claramente insuficiente y no pasaba de ser una cantidad simbólica.

En los años inmediatos a 1789  había en Francia una crisis económica tremenda debido a sequías y otras catástrofes naturales. En 1788 el trigo alcanza su precio más alto de todo el siglo.

Esto significa que en una sociedad preindustrial como la francesa un gran número de personas se acercaba a los límites de la desnutrición y el hambre.

En esa situación el pueblo  se arriesgó  a movimientos revolucionarios. 

La subida de precios se produce también en la ciudad y afecta a todos los productos. En el campo  se señala  un hecho de gran trascendencia en el siglo XVIII, los señores (nobles y clero) van a redoblar sus esfuerzos por recaudar impuestos del campesinado reinstaurando en algunos casos tributos ya olvidados para  sobreponerse a la crisis. Sin embargo la presión fiscal sobre el campesinado que vivía al límite de la subsistencia, hace que el campesino se encuentre receptivo a la propagación de las ideas de los ilustrados que  hicieron suyas los revolucionarios.

Quizá es más grave como detonante de la revolución la crisis financiera que sufre el Estado francés.

Por los gastos de la Corte y la ayuda que hacia Francia  a los Estados Unidos en la guerra de Independencia contra Gran Bretaña,  esto hizo que se disparara el déficit y que la situación de las cuentas públicas cayera bancarrota. Si a esto se une que muchos campesinos no  podían pagar impuestos por la crisis económica, se comprendería la gravedad del momento.

Ante este panorama, una serie de ministros de economía  recomiendan  al rey que  para arreglar la situación  la iglesia y la nobleza tenían que  pagar  impuestos.

Estos dos estamentos privilegiados  se declararon  en abierta rebeldía, conocida como la revuelta de los privilegiados (para algunos la primera fase de la revolución), en su oposición arremeten contra la monarquía y contra el tercer estado.

Ante la imposible solución del problema el rey decide convocar los Estados Generales, que no se convocaban desde 1614, y ante los fracasos de éstos se produjo el estallido popular.

2-Independencia de los Estados Unidos La independencia de  Estados Unidos  es otro hecho importante  del siglo XVII I (1776)  que precedió a la revolución Francesa  de 1789.   

Inglaterra controlaba  las 13 colonias en América del Norte, donde habían emigrado los católicos y los protestantes disidentes durante las guerras religiosas.

En 1765, el gobierno inglés de Jorge III aumenta abusivamente los impuestos en las colonias provocando desórdenes en muchas  de ellas.

El parlamento de Londres prosigue con su rígida política y en 1767 vuelve a votar nuevos impuestos. La indignación cunde en las colonias y los patriotas comienzan a gestar la revolución y, tras proclamar la Declaración de Derechos (1774), se declaran independientes (1776). El 3 de Septiembre de 1783 se firma en Versalles un tratado de paz donde Inglaterra reconoce la independencia y soberanía de las colonias americanas

La principal causa de la independencia de EEUU fue la política de la corona británica, porque  los británicos deciden que los colonos de Norteamérica paguen los costes de la guerra colonial contra los franceses.

No obstante los colonos deseaban que Canadá, el nuevo territorio conquistado a los franceses, fuera repartido entre las colonias  porque ellos  habían ayudado a los británicos a vencer en la guerra de los 7 años.  Al negarles Canadá a los colonos y encima subirles los impuestos para pagar los costes militares, esto  cayó muy mal a los colonos.

Debido al grado de autonomía   que gozaban las colonias británicas en Norteamérica, fue una locura subirles los impuestos e intentar quitarles sus enormes privilegios a las colonias.

De manera  que la independencia de EE.UU  fue causada  principalmente por motivos económicos, no tanto por motivos sociales como en los otros países de América.

Los ingleses fueron  torpes políticamente, su mal acierto político les granjeó perder Norteamérica. Si les hubieran  aceptado  los  reclamos justos de las colonias,   el imperio británico hoy dominaría el mundo.

 Pese a que han pasado dos siglos,  cualquier parecidos a la situación actual de una isla del continente americano (Caribe), es pura casualidad.  Sólo que en esa isla la población fue alienada por esa misma burguesía que siempre se ha preocupado para que los hombres sólo tengan conciencia de que están vivos.

Decía José Ortega y Gasset que las rebeliones de los pueblos  se hacen contra los abusos de poder, mientras que las revoluciones son dirigidas contra los «usos» de un sistema de gobierno. 

Un régimen  puede ser derrocado por un pueblo en rebeldía cuando ha abusado de sus poderes. Pero cuando el movimiento se dirige contra las instituciones que usan el poder en forma determinada, se tiene una revolución. Este fue el caso de Francia en 1789.

¿Tendremos los dominicanos la oportunidad de despertar? 

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